Las cosechadoras entran a un campo asfixiado

R.E. MAESTRO
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Arranca la recogida más tempranera, que se generalizará la próxima semana, y evidencia los daños del calor y la falta de agua. En Arlanza el rendimiento pasa de los 4.000 kilos a los 2.300

En Torrecitores, en la comarca del Arlanza, ha comenzado esta semana a cosechar José Antonio Cámara y recuerda esta campaña como la más prematura. / m.á. de la cruz - Foto: M.Á. de la Cruz

«Llevo 35 años en esto y no recuerdo haber empezado nunca tan pronto como esta vez», reconoce José Antonio Cámara desde Torrecitores. Las primeras cosechadoras ya han entrado esta misma semana a un campo completamente asfixiado. La falta de lluvias en los últimos meses, cuando más agua se necesitaba, y las elevadas temperaturas han causado que una campaña que se presumía esperanzadora finalmente vaya a resultar una de las peores.

En el caso de Cámara apunta que no se podía esperar más y había que coger ya la cebada. «El agua de mayo es el que hace cosecha y no hemos tenido», asegura, para reconocer que están observando que en comparación con el año pasado bajará el rendimiento alrededor de un 20% o 25%. Por otro lado, el trigo aún está verde y le faltarán unas dos semanas.

Pese a que unos cuantos agricultores ya han arrancado, la mayoría esperará hasta la próxima semana, momento en el que ya se va a generalizar la cosecha, tal y como avanza Esteban Martínez, presidente de Asaja. Destaca también que aquellos que alquilan la maquinaria tendrán que esperar puesto que aún se encuentran trabajando en zonas de Castilla-La Mancha, Extremadura o el sur de Castilla y León. A eso se suma que para esta semana también hay previsiones de que llueva y no se pueda acudir al campo.

Como las zonas más tempraneras se alzan Arlanza, Arlanzón, Ribera y Odra-Pisuerga. En el resto de la provincia aún deberán esperar al menos unos 15 días. Eso sí, Martínez destaca que la cosecha llega «muy pronto» en comparación con lo habitual y eso es una «mala señal». Y recuerda que cuando viene bien se arranca tarde, como ocurrió el año pasado cuando hasta el 8 o 10 de julio no se movieron las máquinas. En ese sentido, expresa que si en Burgos en una campaña buena se llega a los 1,7 millones de toneladas de cereal y en una normal a 1,5, este año calcula que se rondará el millón.

Precisamente, en Iglesiarrubia, en la comarca del Arlanza, ha comenzado ya a cosechar también Jesús María Hontoria. «Nos hemos adelantado unos 10 días con respecto a los años pasados y aunque todos pensábamos que la cosecha iba a ser mala estamos comprobando que, efectivamente, lo es», manifiesta. Los rendimientos de las fincas están siendo de unos 2.300 o 2.400 kilos mientras que en la pasada campaña en cebada se superaron medias de 4.000.

«El palo es muy importante», asevera Hontoria, que desarrolla que el hecho de que se haya dado una situación de «40 días sin caer una gota de agua y unos calores tremendos ha mermado notablemente los granos». El peso específico de la cebada resulta «malísimo» y habla de unos 55 kilos por hectolitro mientras que en una campaña normal se llega a los 66. Avanza también que, ante estas circunstancias, se espera una cosecha especialmente rápida.