José María Vicente

El Rincón de...

José María Vicente


Barracas versus Ucrania

01/03/2022

No resulta fácil elegir un tema sobre el que escribir unas líneas que puedan llegar a interesar a los lectores. Mi debate se mueve entre lo local a lo global. En primera línea de playa tenemos los burgaleses el asunto de las barracas. Una cosa a priori tan nimia se ha convertido en un excelente terreno de juego para que los políticos hagan lo que más les divierte, que es sacudirse. Dime de qué hablas que me opongo. Y para subir el picante tenemos a los vecinos más o menos organizados para la ocasión, para decir lo que todos sabemos. Barracas sí, pero no en mi barrio. Nada nuevo. El problema es recurrente, se quedará sin resolver y así hasta otro año. Cambio de tercio y me voy a la excelente conferencia que pronunció hace unos días Alfonso Guerra en el aula magna de la UBU. Estuvo brillante, documentado, convincente pero… desgraciadamente, su defensa argumentada del proceso de consenso que nos llevó a disfrutar de una monarquía parlamentaria suena a chino a oídos de esta maraña gobernante de dirigentes políticos de izquierdas y nacionalistas ignorantes y desmemoriados. Sus críticas al partido en el que ha hecho historia no sirven para que su cúpula corrija el rumbo. Buen desahogo el de Alfonso Guerra, pero me temo que inútil.

Dejo para el final lo más terrible. La locura y el dolor sembrados por el dictador ruso. Sólo ver aquella mesa en la se reunió con Macron ya habla de la calaña del personaje. Lamentablemente ha soltado la cadena de su tigre para que cace a un ratón. Aquí el tamaño sí importa. Ojalá el resto del mundo civilizado sepamos parar al gánster en el terreno de las sanciones ya que en el militar será muy difícil. Nuestras opiniones públicas no resisten la incomodidad de enviar tropas a una guerra en la que pueden sufrir pérdidas. Es nuestra contradicción insoportable. Nos vale con gritar no a la guerra mientras discutimos sobre cuanto material de protección nos cabe en el avión que mandamos a Ucrania, procurando que estén todas las televisiones filmando los fardos, mientras el sinvergüenza ruso activa el protocolo nuclear. Las compras de material letal lo trasladamos a la UE. Así nos ponemos un poco de perfil para que no se note mucho y podemos seguir con el doble juego ante la opinión. Es lo que hay.