El orden de los periódicos, es decir, la paginación como sucesión ordenada de secciones, tiene su gracia, su arte. Hay diarios que empiezan por lo local y otros que empiezan por la opinión. Algunos prefieren los reportajes del tema del día y otros las noticias del mundo, internacional. Cada paginación tiene una lógica, a veces oculta, pero siempre intencionada. He participado en varias redacciones que han creado su propio orden y el debate siempre ha sido instructivo y revelador. Por ejemplo, EL PAÍS siempre arranca en su página 2 por internacional, es un diario global desde su nacimiento y esa ubicación nunca ha cambiado.
También hay lectores que empiezan por el final, quizá porque quieren llegar pronto a los deportes, que suelen ir en la segunda mitad, o porque así creen avanzar más deprisa. En resumen, que hay gente para todo como dijo el maestro (torero) cuando le presentaron a un filósofo.
El orden del Diario de Burgos es lógico, está bien pensado y a mí me resulta cómodo y coherente. Pero hay algo que me llama la atención casi todos los días: en las páginas finales aparecen las esquelas, una página imprescindible como lo son los obituarios, uno de los géneros más sutiles y delicados en todos los diarios serios. Las esquelas, de pago, son uno de los activos y de las resistencias de los diarios. Han aguantado a la revolución digital y sospecho, y deseo, que duren. Siempre dan información cierta y muchas veces desvelan algunos secretos, sin olvidar las sorpresas tipográficas y biográficas.
Lo que me llama la atención de nuestro Diario es que al lado de las esquelas suele aparecer alguna noticia con el Papa como protagonista. Papa y esquelas, como si tuvieran relación o causalidad. Supongo que es mera causalidad. El Papa aparece en la sección Religión, que aunque es de las fijas suele dar para poco más o menos de una página. Espacio que aparece siempre al lado de las esquelas, lo cual lleva a que las noticias papales, frecuentes en el Diario (con buen criterio), aparecen rodeadas de esquelas. Traslado al director la propuesta de que revise la paginación, quizá hay otro espacio menos triste para el Papa y la Religión.