La UBU pide plazas en el HUBU para ingenieros de la salud

B.G.R.
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Cursa la solicitud a la Consejería de Sanidad para que estudie dicha posibilidad debido a la «necesidad» de contar con este tipo de profesionales en los hospitales de Castilla y León

Imagen de archivo de las instalaciones del Hospital Universitario de Burgos. - Foto: Patricia

Este curso saldrá de la Universidad de Burgos la primera promoción de graduados en Ingeniería de la Salud. Durante este tiempo buena parte de los estudiantes de esta titulación han realizado o realizan prácticas en hasta 15 servicios del Hospital Universitario de Burgos (HUBU), donde conocen el funcionamiento de cada uno de ellos, desarrollan tareas en laboratorio que han conocido previamente en distintas asignaturas o plantean soluciones tecnológicas a problemáticas existentes o situaciones que se puedan mejorar. Por ello, la institución académica ha solicitado formalmente a la Consejería de Educación que estudie la posibilidad de crear plazas para estos profesionales en los hospitales de la región.

La propuesta ha partido de la Comisión Mixta, de la que forman parte responsables académicos y de la Gerencia Regional de Salud en virtud del concierto específico que ambos órganos mantienen en materia de docencia y de investigación. La vicerrector de Enseñanza Digital, Begoña Prieto, subraya la importante labor de estos ingenieros en el ámbito sanitario, así como la carga de horas de prácticas (150) que efectúan y de cuya experiencia formativa salen ideas de gran relevancia para su Trabajo de Fin de Grado o Máster.

A esto mismo se refiere José Francisco Díez, profesor de la Escuela Politécnica del Vena y coordinador de la citada titulación, quien detalla, a modo de ejemplo, algunos trabajos. Al respecto, explica que en estos momentos se están desarrollando varios sobre la ayuda al diagnóstico de análisis de la imagen, una aplicación móvil para la prevención del suicidio u otra para la detección del Párkinson a través de la voz. «Son proyectos de fin de carrera muy interesantes que después se pueden convertir en estudios de fin de máster o incluso en tesis doctorales, pero si no hay personas que den continuidad en el HUBU a los estudios se pueden quedar en una prueba», precisa. 

Díez subraya que la labor de estos profesionales consiste en el desarrollo de tecnología «muy útil» para algunos servicios en lo referente a la llamada medicina personalizada o de precisión, un área «que no implementa la tecnología comercial». Es ahí donde cobra relevancia el papel de estos ingenieros, que iría de la mano del de aquellos médicos que trabajan en el campo de la investigación, tarea que en la actualidad depende de la «iniciativa individual de los trabajadores» y de la concurrencias a ayudas para poder obtener financiación. «Los servicios del HUBU tienen muchas ideas y necesidades, por lo que la creación de este cuerpo de profesionales resulta necesaria», defiende el docente.

Díez hace referencia a Neurología, Anatomía Patológica, Radiofísica o Neurología, donde la presencia de los ingenieros de la salud permitiría «implementar un determinado proyecto». Hasta el momento, las salidas laborales de estos graduados pasan mayoritariamente por la empresa privada, ya sea en farmacéuticas o en compañías tecnológicas orientadas al campo sanitario o asistencial.