La cuarta dosis contra la covid solo es masiva en residencias

G.G.U.
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El porcentaje de personas con refuerzo en la franja de 60 a 69 años apenas roza el 40%. En general, tres de cada diez personas en Burgos que la pueden recibir no se la han puesto

La campaña de inoculación de la cuarta dosis empezó en las residencias. - Foto: Alberto Rodrigo

La campaña de refuerzo frente a la enfermedad del coronavirus con la nueva vacuna, la adaptada a la variante ómicron, no está calando como las anteriores entre los burgaleses, a juzgar por los datos oficiales de inoculación. Por ahora, solo pueden recibirla los mayores de 60 años (también los trabajadores sociosanitarios de todas las edades y quienes conformen uno de los grupos de riesgo definidos en el plan nacional), pero el porcentaje de vacunados en esa amplia franja de población es todavía del 64,4%. La respuesta es menor cuánto más joven es la cohorte y, de hecho, en la de quienes tienen entre 60 y 69 años solo el 39,7% ha puesto el brazo por cuarta vez.

El avance de esta campaña, que en Castilla y León se simultanea con la de la gripe, está siendo lento en toda España. Pero, dentro de la región, va todavía más despacio en las provincias menos envejecidas, como son Valladolid, Salamanca y Burgos. Es decir, mientras que en Soria ya se han puesto esta vacuna uno de cada cuatro sorianos de todas las edades (26% de la población general), en las tres 'más jóvenes' se ronda el 23% de inmunizados sobre el total de la población. La diferencia entre unas y otras no es abrumadora, pero sí de varios cientos de personas.

Hace dos meses que Sacyl empezó a administrar la vacuna adecuada a dos subtipos de la variante ómicron en las residencias de ancianos, donde la respuesta suele ser masiva en Burgos y este otoño no ha sido la excepción: 6.505 sobre un total de 6.563 usuarios, siempre según datos oficiales de la Junta. Es decir, que el 99% de los residentes en geriátricos de la provincia optaron por protegerse.

Sin embargo, la percepción del riesgo o el temor a que un contagio derive en una forma grave de enfermedad debe ser menor entre quienes viven en sus domicilios, porque las coberturas de la cuarta dosis en esta cohorte todavía no se aproximan a la alcanzada en las residencias de ancianos, a pesar de que hace más de un mes que pueden recibirla. Esta diferencia de coberturas que puede comprobarse en la página web que la Junta dedica a la covid, consultando los datos relativos a la vacunación (que se actualizan cada viernes). Así, se comprueba que los más receptivos al cuarto pinchazo frente a la covid han sido las personas de 90 años y más, entre quienes la cobertura ya es del 82,5%. Pero de ahí a la totalidad todavía falta.

Desplome. Este porcentaje se reduje en algo más de ocho puntos en la franja de personas de entre 80 y 89 años, donde casi tres de cada cuatro ya han recibido el cuarto pinchazo (74,4%). Pero la diferencia con respecto a los datos de las residencias de ancianos es amplia.

Más acusado es el descenso en la cohorte de 70 a 79 años, en la que algo más del 60,8% tiene el refuerzo; o, lo que es lo mismo, casi cuatro de diez no. Este porcentaje se desploma en la siguiente cohorte de población general para la que la vacuna está indicada, la de personas de entre 60 y 69 años, donde solo se le ha administrado el fármaco al 39,73%.

No hay una razón concreta para la menor respuesta de los ciudadanos, sino un conjunto. Por una parte, la evolución de la pandemia tras la inoculación masiva de las dos primeras dosis ha variado la percepción del riesgo y, por otra, un amplísimo porcentaje de la población (más de la tercera parte de los burgaleses) se ha infectado una o incluso más veces. Y eso repercute en la vacunación.