Las infraestructuras sanitarias no paran de crecer en esta ciudad. La pasada semana, sin ir más lejos, entró en funcionamiento una nueva, según informó este periódico. En este caso viene a solucionar la escasez de espacio que padece desde hace décadas el centro de salud de Federico García Lorca a la espera de la finalización del futuro centro del Silo (que llegará). Estas estrecheces ahora se ven aliviadas por la puesta en marcha de cuatro módulos sanitarios exteriores que algunos, maliciosamente, han llamado barracones. Estas construcciones, realizadas por lo que parece en las fotografías en excelente chapa, cuentan con todo lo necesario: puerta, ventanas y en su interior es posible encontrar incluso sillas y mesas; no hace falta decir que, por supuesto, además tienen techo.
Su ubicación es también digna de reseñar: están situados en un parque, nada menos, regalando al paciente una espera agradable en un entorno verde y ajardinado, mucho mejor que las incómodas y hacinadas salas habituales. Además, la permeabilidad sonora de las paredes, de última tecnología, permite a pacientes y viandantes compartir de primera mano sus experiencias; basta con andar cerca de estos módulos para ponerse al día de la salud de vecinos y conocidos.
Esto, lejos de ser una vulneración de la intimidad, fomenta los lazos comunitarios y la empatía. Además, ahorra tener que contar al del tercero cómo te fue en el médico cuando te lo cruces en el ascensor; ya lo sabrá. Los más implicados podrán incluso acceder a la consulta si oyen dentro a algún amigo o familiar porque, para favorecer la transparencia, carecen de cerrojo.
Los 18.000 usuarios de este centro de salud pueden ya conocer las nuevas instalaciones en las que se alojan consultas de medicina de familia, de matrona e incluso es posible realizarse una citología. Por desgracia, ha comenzado su andadura sin una inauguración oficial, como merece, imagino que por problemas de agenda de los responsables del Sacyl. O, tal vez, andaban muy ocupados estudiando la posibilidad de trasladar la sede de la Consejería de Sanidad, situada en el número 1 del Paseo de Zorrilla de Valladolid, a uno de estos modernos, funcionales y seductores módulos. Igual yo también me pido uno. Salud y alegría.