La empresa que tiene adjudicada el servicio de recogida de basura y limpieza urbana, Urbaser, ha tenido que alquilar o traer de fuera 42 camiones y maquinaria para poder desarrollar el contrato con normalidad debido a que los equipos que había adquirido para renovar la flota y otro equipamiento tardarán en llegar. La falta de componentes, especialmente del acero y las baterías de litio, proceden de la zona invadida de Ucrania, está detrás de este retraso, según pusieron de manifiesto responsables del contrato de Burgos en la última Comisión de Medio Ambiente.

A la firma le está sucediendo lo mismo con adjudicaciones en otras ciudades como Vitoria, Madrid, Barcelona o Ponferrada. No obstante, en el caso de la capital burgalesa Urbaser confía en cumplir con los plazos después de que en agosto la Junta de Gobierno Local autorizara la ampliación seis meses de la implantación de los diferentes equipos del contrato aunque no todos los elementos tenían el mismo calendario. Si no lo hace, se pondrían imponer sanciones. «La empresa va a intentar no agotar los plazos que le hemos dado de más por razones excepcionales, al igual que han hecho otras ciudades. No obstante si no cumplen podremos sancionar», aseguró el concejal de Medio Ambiente, Josué Temiño.

En el caso de los contenedores, Temiño augura que estarán todos, incluido el de basura orgánica, antes de febrero de 2023. De los 4.000 que son necesarios cambiar, ya están montados 3.000 e instalados en las calles ya hay 2.700. Por lo que se refiere a las 9 barredoras eléctricas, se confía en que 3 lleguen antes de fin de año y las otras 6 entre enero y febrero. 

Los camiones de recogida y otros equipamientos heredados de Semat cada dos por tres están en el taller, al tener más de 17 años de antigüedad, lo que ha obligado a la empresa a alquilar o traer otros nuevos para poder prestar el servicio hasta que lleguen los nuevos.

Urbaser se adjudicó el contrato por 10 años y 160 millones.