Hasta que no entran las cosechadoras en las fincas todo son previsiones, pero con las primeras tierras ya segadas se puede asegurar que la cosecha de este año batirá el récord histórico de la provincia, que data de 2016 con 1,8 millones de toneladas de cereal, al alcanzar los 1,9 millones, una cifra que se logrará gracias un rendimiento medio de 4.800 kilos de media por hectárea, tanto de trigo como de cebada y que suponen casi mil kilos más que los obtenidos el año pasado.

Esta buena noticia se ve empañada por los bajos precios que tienen los cereales en estos momentos, en especial el de la cebada que se emplea en la producción de cerveza, apunta Esteban Martínez, presidente de Asaja Burgos, quien lamenta que «lo que se va a ganar en producción se pueda perder en precio si se mantienen los actuales» y apuesta por guardar el grano a la espera de que los mercados puedan evolucionar de forma favorable para los intereses de los agricultores burgaleses.

Con la esperanza de que esos precios suban, los agricultores burgaleses han comenzado esta semana a cosechar por las comarcas más adelantadas y en todas ellas se aprecian unos resultados excelentes, gracias a las lluvias primaverales, que han propiciado elevar la previsión de 1,7 millones de hace un mes a los casi 1,9 que fijó la última comisión de estadística de la Junta celebrada el martes. «La primavera ha sido muy fructífera tanto en trigos como en cebadas, lo que nos está dando casi el potencial máximo de las fincas», señala Martínez, quien también apunta que cada año se mejoran las producciones «porque mejoran las variedades y éstas cada vez son más productivas».

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