La campaña de bonos al consumo ha vuelto a triunfar en el comercio, con vales de 10 euros de los cuales seis aporta el consumidor y cuatro el Ayuntamiento que se agotaron en días u horas en las dos tandas de lanzamiento. Con esta iniciativa aún en marcha, a la que se pondrá fin la semana que viene, dado que el canje de los mismos acaba el día 20 (19 para la mayoría del sector), en los escaparates de la ciudad ya comienzan a verse carteles de la jornada de descuentos Black Friday, que se celebrará el 25 de este mes, y para la que las asociaciones zonales vaticinan una menor adhesión por la resaca, precisamente, de los cheques municipales.

«Creo que no habrá casi incidencia del Black Friday en el pequeño comercio», subraya Raúl Martínez, presidente de la agrupación de empresarios del casco histórico y la zona sur (Centro Burgos), quien considera que la participación en los últimos años «ha ido a la baja», además de que en el actual, al coincidir con los bonos, «los clientes ya han gastado antes el dinero».

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