Día sí, día también, a la sala de emergencias 112 llega al menos un aviso por atropello en la capital burgalesa. No está siendo un buen año, y no solo porque este tipo de accidentes se hayan incrementado notablemente. Es que, además, las consecuencias son más graves. Cuatro personas han fallecido en el término municipal en lo que va de 2022, tres de ellas en pasos de peatones. Pero curiosamente no son los viandantes los que se llevan la peor parte. Y es que las víctimas son, mayoritariamente, ciclistas y usuarios de patinetes. Las asociaciones lo achacan a que los conductores aún no están lo suficientemente concienciados.

Si nos ceñimos a la frialdad de los datos, comprobamos el mencionado repunte de atropellos. Según los datos facilitados por el servicio de emergencias 112 de Castilla y León, entre enero y octubre de 2022 se han notificado 142 incidentes por los 130 del mismo periodo de tiempo del ejercicio pasado. Los ciclistas y patinetes fueron las víctimas en 73 accidentes, mientras que los 69 restantes fueron peatones. En ambos casos, la mayoría de accidentes se produjeron en pasos de cebra.

La lectura que hacen desde los colectivos de la ciudad es muy clara: aún falta mucha concienciación por parte de los conductores a la hora de respetar la preferencia del resto de usuarios de la vía. «El respeto de los vehículos en esta ciudad es, por lo general, bajo. Va mejorando, pero estamos en unas cifras de accidentes demasiado elevadas, independientemente de si las víctimas son ciclistas, peatones o patinetes», defiende Pedro Mediavilla, portavoz de Burgos con Bici.

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