Tráfico pospone la prueba de giro a izquierda en el bulevar

J.M.
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Entiende que diciembre, con el puente y las fiestas de Navidad, no es un buen momento para ensayar

En los semáforos de la intersección con la calle Madrid se colocará un nuevo disco para permitir el giro. - Foto: Patricia

El equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Burgos se ha pensado mejor las fechas para poner en marcha la prueba piloto que permitirá habilitar el giro a la izquierda en la intersección del bulevar con la calle Madrid. Aunque el concejal de Tráfico, Adolfo Díez, ha firmado ya la autorización para este ensayo, lo ha supeditado a que se realice después de Reyes ya que en el Ejecutivo creen que no es buena idea realizar un experimento de este tipo en diciembre. Es decir, con un puente de por medio y con unas fiestas de Navidad que generan un tráfico intenso y que podrían no ser representativas de cómo se va a comportar la circulación durante el resto del año.

El bipartito ha querido imponerse al criterio técnico del área de Tráfico ya que no es ningún secreto que la idea no entusiasma precisamente en este servicio, que pronostica largos atascos en un vial que los arquitectos suizos Herzog & De Meuron diseñaron con otra filosofía.

Con todo, la idea del equipo de Gobierno es olvidarse de simulacros y realizar una prueba real «durante un periodo de quince días o un mes», detalla Díez. Eso, sin perjuicio de que se aborte la misión si antes ya se advierte que el ensayo no funciona.

Lo que se hará es incoporar un nuevo disco semafórico con la indicación que permite girar a la izquierda y se taparán o retirarán las señales verticales que en este momento lo prohiben.

Cabe recordar que tanto el PSOE como Cs llevaban en sus respectivos programas electorales la promesa de permitir nuevos giros a la izquierda y no parece que estén dispuestos a dar carpetazo a este mandato sin realizar esta prueba.

Ya desde la conformación del Gobierno de coalición se empezó a trabajar en esta línea y el entonces concejal de Cs y ahora edil no adscrito, Julio Rodríguez-Vigil encargó un anteproyecto en el que se llegó a contemplar la posibilidad de construir entre cuatro y cinco rotondas a lo largo de los 2,5 kilómetros del trazado por el que en su día circulaban los trenes.

Sus compañeros en el Ejecutivo se echaron las manos a la cabeza y el alcalde, Daniel de la Rosa, ordenó paralizar estos planes. Por otra parte, difíciles de ejecutar ya que el bulevar no se diseñó en su día pensando en las rotondas. Al menos en la calle Madrid, lugar por donde el tráfico de los vehículos es más intenso.