La matanza vuelve a la plaza del Trigo

L.N.
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La peña de La Amistad retoma esta tradición en pleno centro de Aranda de Duero ante la atenta mirada de un sinfín de niños. La gélida jornada tuvo su recompensa: sopas de ajo, jamón y tragos del porrón

La matanza vuelve a la plaza del Trigo - Foto: L.N.

Después de dos años en blanco por la pandemia de coronavirus, había ganas de matanza. El día no pudo amanecer más invernal, incluso cayeron los primeros copos de nieve de la temporada en Aranda de Duero. Poco antes del mediodía, apareció en escena la gran protagonista de la jornada: una cerda de 180 kilos ya sacrificada. Bajo la atenta mirada de niños y mayores en la Plaza del Trigo, los integrantes de la peña de La Amistad comenzaron a cumplir, paso por paso, con una de las tradiciones más arraigadas de esta época en la comarca ribereña.

El chamuscado del animal arrancó a ritmo de jota castellana. Soplete en mano, los peñistas fueron quemando el pelo de la cerda. Sin prisa, pero sin pausa. "Con máximo respeto", como subrayó el presidente de este colectivo, César Guerra, quien, micrófono en mano fue explicando todos los detalles del proceso mientras insistía en la importancia de mantener vivas las tradiciones. "Esto nos sirve para ver de dónde venimos", aseguró.

En la ceremonia ancestral de homenaje a las delicias del cerdo también hubo tiempo para templar el cuerpo con unas sopas de ajo. Irresistibles para todos cuantos se acercaron al evento o, simplemente, pasaban de casualidad por la Plaza del Trigo para hacer algún que otro recado. Sea como fuere, y con el folclore del Nuevo Mester de Juglaría de fondo, nadie perdonó un almuerzo que también incluyó jamón recién cortado, dulces y unos cuantos tragos de vino. Eso sí, con el porrón. Entre bocado y bocado, los miembros de La Amistad continuaban con su tarea. Una vez bien chamuscada la cerda, llegó el turno se subirla en una especie de camilla de hierro. Allí, cepillo en mano, efectuaron una buena limpieza para, a continuación, proceder a su despiece. Llegados a este punto, toca que la carne repose antes del destace, que realizarán hoy domingo por la mañana, junto con el preparado del picadillo en la puerta de la bodega La Botica Vieja. Siempre como un evento en comunión con vecinos y allegados.

Su fiesta de la matanza incluye otro evento más. El miércoles, los peñistas de La Amistad celebrarán una "gran cena", donde degustarán todo lo elaborado a lo largo de estos días. A esta cita, que tendrá lugar en su bodega, pueden sumarse también personas que no sean socias, previa inscripción.

En declive. A pesar del arraigo de la matanza del cerdo, se trata de una práctica en vías de extinción. Desde el 2000, cuando se sacrificaron 5.533 cerdos en los pueblos de toda la provincia, hasta la campaña 2020-2021, con apenas 305, se ha registrado un descenso de casi el 95%. En el caso concreto de la Ribera del Duero, apenas se realizaron 91 matanzas domiciliarias durante el segundo semestre de 2020 y el primero de 2021. Eso sí, muchas asociaciones culturales de los pueblos aprovechan esta práctica para juntar a los vecinos y rememorar tiempos pasados.