Bal lamenta ante afiliados que se les haya dejado "solos"

ICAL
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En un encuentro con afiliados en Valladolid advierte de que "derrumbará la torre de marfil" de "consignas" de la dirección. Igea sostiene que su apoyo a la candidatura 'Ciudadanos de nuevo' corresponde a que "es más de refundarse que de refundirse"

Bal lamenta ante afiliados que se les haya dejado "solos" - Foto: Leticia Prez ICAL

El candidato a las primarias de la lista 'Ciudadanos de nuevo', Edmundo Bal, advirtió hoy de que "derrumbará la torre de marfil" en la que se ha refugiado la dirección del partido, que "solo se ha limitado a dar consignas para que los afiliados las repitan como si fueran loros o papagallos". Bal, que participó en un encuentro con militantes en Valladolid, lamentó que en los últimos años éstos han transmitido que la dirección les ha dejado "solos y desatendidos". "Nosotros repartiremos la dirección del partido por todo el territorio nacional para escucharles", explicó.

Por ello, entre sus principales retos si sale elegido, Bal apostó por "recuperar la idea de utilidad en el afiliado" que, a su juicio, se ha perdido. Añadió que cerca del 10 por ciento de los españoles apoyaba a Ciudadanos cuando éste respaldó la prórroga de los ERTE, por ejemplo. "Ahora hemos perdido el sentido de la utilidad. Por eso nos presentamos, para reilusionar al afiliado y que contagie después al votante", indicó.

Recordó que durante el periodo de refundación se hicieron 2.300 encuestas, que "se tardaba 50 minutos en rellenar", y en que la bicefalia "solo la quiso un cinco por ciento, pero interesaba mantenerse en la portavocía del Congreso y estar en la sombra en su dirección".

Junto al procurador de la formación naranja en las Cortes de Castilla y León, Francisco Igea, Edmundo Bal se dirigió hacia el "importante reto electoral de mayo" y transmitió a los afiliados que el partido, bajo su batuta, "no escatimará esfuerzos, ni económicos ni de otro tipo tipo, en esa campaña electoral". Por eso, avanzó que tras el 16 de enero, si su candidatura es elegida, mantendrá una reunión con afiliados "valientes" que se presentan en sus ayuntamientos, con el fin de "compartir criterios para hacer una buena campaña electoral, así como experiencias y confiar en el criterio de los afiliados, lo que no ha pasado nunca en este partido".

Todo ello, dijo, con el fin de "poder alcanzar los pactos políticos que generen estabilidad, a ambos lados del centro político", en el que insistió se ubicará Cs bajo su dirección, "no como hace cuatro años, que se instó a pactar sobre todo con el PP y que es lo que sucedería si gana la candidatura en que se enmarca Inés Arrimadas".

Por su parte, Igea apeló al diálogo con "todos los que forman la otra candidatura". "Este proceso no es de destilación. No queda un chupito de Ciudadanos", explicó, para hacer un llamamiento a regresar a la formación "a gente que ha significado mucho en este partido". "Hemos perdido gente muy valiosa. Quienes dicen que solo quedamos los buenos, no entienden la política, que va de sumar, no de restar", sostuvo.

Igea expuso la necesidad de hablar con militantes y cargos de que el partido requiere un "refundación real, que no es lo mismo que refundirse", y urgió que el espacio político que representa la marca Ciudadanos "entienda que hemos aprendido la lección", algo que sucede, dijo, con esta candidatura.

En este punto, consideró que esa lección aprendida "es mala", pues las últimas encuestas dan a la formación una intención de voto por debajo del cuatro por ciento. "Incluso Ruiz Mateos tuvo un 3,6", ironizó Igea, quien sin embargo opinó que el espacio político "existe y es más necesario que nunca", algo que aseguró conocer en una Comunidad como Castilla y León, "gobernada por el populismo con un Gobierno que insulta y acosa a la prensa". Por ello, incidió en que este país debe "mantener la mano tendida y respetar las normas del Estado de Derecho, y para ello nada mejor que un abogado del Estado".

Sin líneas rojas, pero... Igualmente, expresó que España "se está jugando mucho" y por esa razón es necesario "tomar decisiones". En este sentido, defendió que esta candidatura, como también justificó Edmundo Bal, "no tiene líneas rojas", pero aseguró que tampoco puede "avalar a quienes utilizan el nacionalismo populista como arma, a quienes niegan la legitimidad democrática en este país". "Y me da lo mismo unos que otros, que en el Congreso hemos escuchado cosas escandalosas que niegan la legitimidad a medio país", reprochó.

Al respecto, mostró su "preocupación" porque se vea a Cs "en fotos con quienes promueven gobiernos con populistas". "Nunca lo hemos hecho y ahora lo hacemos", comentó, para expresar su deseo de que su partido "defienda los derechos humanos en España, en Nicaragua, en Qatar, pero que también se escandalice por los sucesos de la valla de Melilla".

Pescar entre votantes huérfanos. Igualmente, Edmundo Bal insistió en la necesidad de "no establecer un socio preferente como hasta ahora", y considerar a "los del otro lado como los malvados, los satánicos, porque solo produce el mal para el país". "Eso no es un partido liberal. No es inteligente. Hay votantes que se encuentran huérfanos de espacio electoral y partido y los necesitamos", comentó el candidato, quien consideró que hay una serie de votantes, frente al "peor Gobierno de 40 años de democracia", que apoyaron a Pedro Sánchez y "ahora estarían incluso a favor del partido conservador, pasando por encima de Ciudadanos". "Y no se quedan con nosotros porque hemos estrechado el espacio político", lamentó.

También rechazó que formen parte de ningún "trifachito" y "alto y claro" trasladó que "solo hay dos partidos de derechas", en relación a PP y Vox, porque Cs "es de centro, como cualquier partido liberal europeo capaz de negociar a los dos lados". "Queremos que el partido sea de centro derecha y centro izquierda, robándole votos a Sánchez, que es un mentiroso compulsivo, que no tiene palabra y que ha incumplido todas sus promesas. Nosotros no vamos a blanquear sus tropelías", se despachó.

Respecto a miembros de la dirección anterior, criticó que Cs ha registrado "negro sobre blanco" la reforma de la Ley Orgánica del Régimen Electoral General para equilibrar los votos con los escaños. "Pero en nuestro propio partido nos dicen que eso ya no importa ¿Cómo que no? Eso sí que importa", exclamó, como también se mostró a favor de implantar la mochila austríaca.

Por todo ello, consideró que Ciudadanos se ha convertido "en un partido más, olvidando los orígenes de 2006, que hablaba claro, que se entendía, que daba voz a quién no la tenía..." "Se nos llenó la boca con el partido de los valientes y nos olvidamos de serlo", reprochó, para reclamar aquella "imagen de Inés Arrimadas cuando en Cataluña esgrimía su pasaporte y se enfrentaba a separatistas".

"Todos somos necesarios". En todo caso, Edmundo Bal avanzó que, si la semana que viene su candidatura es la más apoyada, el 16 de enero se sentara con los "compañeros del partido", también aquellos que integran la otra opción, "donde hay gente muy valiosa". En el mismo sentido se pronunció Igea, quien aseguró: "Todos somos necesarios. Cuando acabe el proceso tenemos que tendernos la mano. En este partido solo quedamos los traidores y aquí seguimos", ironizó el procurador, quien se mostró partidario de los "traidores de un lado y del otro y entre todos ponerse de acuerdo".

Por eso, Bal aseguró que ha intentado que fuera un "debate de ideas, pero a veces son de personas". "La primera idea que plantee es que no somos una candidatura de enfrentamiento", matizó, para justificar que no pretende prescindir de valores como Begoña Villacís en Madrid, Adrián Vázquez en Bruselas o Patricia Guasp en Baleares. "Por eso he pedido no caer en provocaciones y caer en insultos. Son nuestros compañeros y el 16 de enero nos sentaremos juntos para arrimar el hombro", insistió.

Por último, explicó que sintió la "obligación" de presentarse" y admitió que para él "hubiera sido más cómodo "seguir hacia el barranco al partido y luego volver a la vida laboral". "Pero no quise hacerlo porque me quedaba eso de que si no hubiera intentado salvar el partido, ¿cómo hubiera yo hablado a los afiliados sobre comodidad cuando el partido se iba a pique?", cuestionó.