Monpitenoro S.L. ha consumado el cierre del matadero de Salas de los Infantes, que daba trabajo a media docena de personas y atendía a ganaderos y carniceros de la comarca. La empresa deja además una deuda de 106.000 euros al Ayuntamiento, puesto que llevaba muchas mensualidades sin abonar el canon fijado por la explotación de las instalaciones.

El alcalde, Francisco Azúa, confía en recuperar aproximadamente un 65% a través de la ejecución de los avales que depositó en su día la firma y reconoce que han esperado mucho y han permitido «que la bola de nieve se hiciera más grande», si bien lo han hecho con la única intención de que siguiera en funcionamiento y no se perdiesen ni los empleos ni el importante servicio que prestaba para la industria cárnica de la zona.

El Ayuntamiento resolverá el contrato actual, «porque así nos lo ha solicitado la empresa», con la intención de sacar a licitación la gestión de las instalaciones cuanto antes para buscar a otra compañía interesada, aunque aún no han decidido el canon mensual por el que ofertará. «Queremos que el matadero de Salas siga funcionando. Tanto es así que desde el año pasado hemos invertido cerca de 80.000 euros en poner cámaras de frío, pavimentar parte de los accesos y una serie de inversiones en la zona de descarga de animales y la de carga de las canales sacrificadas, que se han puesto nuevas», enumera Azúa.

El alcalde sostiene que «la infraestructura está bastante bien» y que con una mínima inversión se puede volver a poner en marcha. Estima que no superaría los 5.000 euros, aunque había que determinar si le corresponde al nuevo gestor o al municipio asumirla. 

El Ayuntamiento de Salas se apoya en el informe redactado por un ingeniero industrial, aunque será el veterinario inspector asignado al matadero de Salas de los Infantes quien tenga la última palabra. «A mí me han manifestado que está en condiciones de poder funcionar», apostilla Azúa.

Desde el Servicio Territorial de Sanidad explican a este periódico que «hay ciertos deterioros en las instalaciones» de Salas de los Infantes, que se consideran «mejorables», aunque no se han apreciado defectos graves o insalvables que las hayan avocado al cierre, sino que este se ha producido a petición de la empresa gestora, tal y como explica el Ayuntamiento. 

El verano pasado sí se procedió a un cierre cautelar del establecimiento, hasta se corrigieron una serie de deficiencias detectadas por el veterinario responsable. Sin embargo, en este caso la solicitud partió de la concesionaria. Se formuló después de Semana Santa pero se ha tardado en hacer efectiva esa baja, puesto que primero el inspector «debe comprobar que no haya residuos sanitarios MER (materiales específicos de riesgo)» en su interior.

No obstante, las autoridades sanitarias también subrayan que puede no resultar sencillo poner el matadero de nuevo en marcha si el Ayuntamiento encuentra una empresa interesada. «Volvemos a partir de cero, no se considera una reapertura», avisan desde el Servicio Territorial, puesto que debe cumplir toda la normativa actual y presentar solicitud de autorización sanitaria, supeditada al informe del inspector y al abono de la tasa correspondiente.