Un año de cárcel por intentar raptar a su hija

I.E.
-

La trabajadora de un negocio ayudó a la madre y logró que el secuestro se quedara en una tentativa. El juzgado de Violencia contra la Mujer había suspendido el régimen de visitas

La Audiencia Provincial ha ratificado el fallo del juzgado de lo Penal número 1. - Foto: Luis López Araico

El juzgado de lo Penal número 1 de Burgos ha condenado a un hombre a un año de prisión por intentar secuestrar a su hija en el año 2014, después de que la Justicia suspendiera el régimen de visitas por maltratar a la que fuera su pareja y madre de la niña. La Audiencia Provincial acaba de confirmar el fallo.

Los hechos ocurrieron el 17 de enero de 2014 en la Plaza Mayor de la capital burgalesa. Cuando la madre iba acompañada por su hija de 9 años en ese momento, a la altura de la caseta de entrada, se les acercó el progenitor e intentó arrancar a la menor de los brazos de su madre, que comenzó a gritar, de tal manera que atrajo la atención de la empleada de una tienda que acababa de trabajar. Se acercó al lugar donde se estaba produciendo la escena, comenzó a tirar del hombre para que soltara a la pequeña y al mismo tiempo pidió auxilio. Ante las voces de la mujer, se acercó más gente y avisaban a la Policía, momento en que el sujeto se marchó sin llevarse a la menor.

La madre tenía atribuida la guarda y custodia de la niña desde el año 2010, según sentencia del juzgado de Violencia contra la Mujer. No obstante, tenía derecho a visitar a su hija. Sin embargo, en febrero de 2013 el mismo órgano judicial acordó dejar en suspenso el régimen de visita, un acuerdo que el padre recurrió al menos en una ocasión, si bien su solicitud no fue estimada.

Tanto en el juicio como en el recurso presentado en la Audiencia frente la sentencia de instancia, el hombre negó los hechos, incluso aseguró que no se hallaba en Burgos el día en que se produjeron. Pero el tribunal provincial da veracidad a la declaración de la madre, pero sobre todo a la de la trabajadora que la ayudó a zafarse del secuestrador.

En este sentido, la resolución de segunda instancia recuerda que la empleada relató ese día que salió de su trabajo, vio a una mujer pidiendo socorro y a una niña de por medio de la que tiraba un señor con un gabán largo de color negro y con el pelo teñido. Asimismo, contó que intervino agarrando al hombre y que también vio cómo de un coche salían dos acompañantes suyos, una mujer de rasgos orientales y un señor mayor. Además, reiteró que no conocía a la madre con anterioridad ni ahora mantiene una relación de amistad con ella. Eso sí, reconoció que al poco tiempo sí que acudió hasta su trabajo para agradecerle su ayudo y entregarle un ramo de flores.

Los dos policías nacionales que acudieron al aviso afirmaron que no encontraron al hombre por las inmediaciones, pero sí que se entrevistaron con la madre y ésta les relató que su expareja había intentado llevarse a su hija por la fuerza.