«Tenemos que convertirnos en la mayor Cofradía del mundo»

ARSENIO BESGA
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ENTREVISTA | Roberto López de Davalillo, único candidato, por ahora, a relevar a Álvaro de Gracia en la Cofradía de San Juan del Monte, considera que los carnés de socio deben servir para crear una «economía circular» en Miranda

Roberto López de Davalillo, candidato a la presidencia de la Cofradía de San Juan del Monte. - Foto: Jesús J. Matías

Roberto López de Davalillo, tras décadas ligado al mundo del fútbol, dio un paso al frente y se presentó a las elecciones para presidir la Cofradía de San Juan del Monte. Aunque los comicios se celebran dentro de una semana, el candidato ya tiene en mente varios proyectos. Entre ellos, apuesta por crear una «economía circular» a partir de las inscripciones de esta entidad y asegura que deben «intentar superar a la Macarena de Sevilla y convertirnos en la mayor Cofradía del mundo». Para ello, considera que pueden alcanzar los «15.000 o 18.000» carnés. En cuanto a las fiestas, pone en valor su carácter «integrador» y defiende un modelo basado en salir «a la calle».

¿Ha formalizado ya la candidatura?
El viernes la presenté, he andado liado, pero si ya lo he dicho, no había vuelta atrás.

¿Por qué decidió presentarse?
Hace tiempo vi un cartel de la Cofradía y me dijo mi mujer que estaría bien que me presentara. Pero eso pasó y  se quedó ahí. Esta última vez me decía que qué podíamos hacer. Casi llegamos a discutir, porque mi tiempo creía que había pasado. Pero dimos el paso por responsabilidad sanjuanera. En la reunión no pude esperar al turno de preguntas, porque veía muchas caras de angustia.

Roberto López de Davalillo, candidato a la presidencia de la Cofradía de San Juan del Monte. Roberto López de Davalillo, candidato a la presidencia de la Cofradía de San Juan del Monte. - Foto: Jesús J. Matías

¿Qué habría supuesto que no hubiera un candidato?
El primer acto, el pregón, se suprime. Después, llega el sábado, y habrá que hablar con los del bombo para sacarlo, comprar un cohete, habrá que organizarlo. La fiesta habría continuado, porque las cuadrillas iban a seguir saliendo, con su música y sus charangas, pero ese tipo de detalles alguien se tiene que preocupar, para hablar con el Ayuntamiento, con todos. Creo que las cuadrillas y la Cofradía tienen que ir de la mano, es un binomio que tiene que estar unido. No sé de qué forma voy a comprometer a las cuadrillas, pero algo habrá que hacer, porque hay gente que no tenía ni idea que estaba la Cofradía desierta.

¿Le gustaría que hubiera algún candidato más?
Ojalá nos presentemos diez. Lo digo de corazón, porque eso significa que hay inquietud y que San Juan está vivo. Los mirandeses estamos adormilados y esto igual lo reactiva. Da igual quien salga, habría que sumarse todos para dar ideas y seguramente haríamos unas fiestas mejores.

Ojalá nos presentemos diez candidatos. Da igual quien salga, habría que sumarse todos y haríamos unas fiestas mejores»

¿Cómo sería su junta directiva?
Hay dos pilares fundamentales, lo jurídico y lo económico. Lo jurídico a mí me asustaba muchísimo, porque si contratas una verbena y el de la trompeta no cobra, el responsable subsidiario es la Cofradía. Afortunadamente esa parte la tengo cubierta. En el tema económico tengo que matizar con una persona, que anda un poco liada, pero no me dijo que no. Y cubiertas esas dos patas, el resto necesitamos a gente currante, con voluntad. A la directiva saliente hay que ponerles un 10, amén de lo económico. Han dejado una Cofradía súper estructurada. Hablar con Álvaro de Gracia transmite confianza. Este año tiene que ser continuista y necesitamos su ayuda.

¿Puede avanzar algún nombre?
Sí, Noelia Losada Cortázar, mi mujer. Ese es el nombre que puedo dar. Del resto prefiero no dar más, porque la Cofradía es algo que te expone mucho. Por ejemplo, yo no concibo a un político en la Cofradía o, por ejemplo, si no hubiera nadie, que lo coja el Ayuntamiento. No, porque depende de si es del color blanco o amarillo, y tienen que ser fiestas del pueblo y para el pueblo, algo totalmente independiente.

¿Cómo encara el reto?
Si soy sincero, la Cofradía es una obligación incómoda, porque no es una cuadrilla de amigos y no funcionas de una manera informal. Esto tiene una repercusión importante, y tiene muchos puntos que tocar, porque es algo complicado.

La directiva saliente alertaba de que había que replantear la financiación. ¿Tiene alguna idea en mente?
Hay algo muy importante. Vamos a intentar que el carné de la Cofradía de este año nos permita entrar en el libro de los Récord Guiness. La mayor Cofradía de este país es la Macarena, con 13.000 cofrades, y ahora, sin hacer nada, tenemos 10.500. Vamos a intentar hacer una campaña, vincular a Acecaa, a la Cámara de Comercio y al Ayuntamiento para que ese carné, que son 7 euros, vamos a intentar que sean 15.000 o 18.000 cofrades de Miranda, sentirnos orgullosos y que ese carné redunde en la propia ciudad.Da igual la manera, pero se trata de que ese dinero vuelva a los mirandeses, hay que crear una economía circular entre todos. Somos mirandeses y eso tiene que fluir. Tengo más ideas, pero este año tenemos que intentar superar a la Macarena de Sevilla y convertirnos en la mayor Cofradía del mundo. Hablamos de 7 euros, no desmonta la economía de un hogar.

Álvaro de Gracia transmite confianza. Este año necesitamos su ayuda»

La ayuda del Ayuntamiento está en el máximo histórico, 40.000 euros. ¿Dará una vuelta a esa subvención?
Habrá que reunirse con el Ayuntamiento, porque es parte fundamental de las fiestas. El Ayuntamiento y la Cofradía son de Miranda, nos vamos a entender seguro. No sé si es mucho o es poco. Seguramente hablaremos con la alcaldesa y toda la corporación para intentar hacer las fiestas lo más lucidas posibles. Igual hay que dar un giro a esto o hacer más cosas durante más días del año y reactivar la economía.

¿Qué objetivo a corto plazo se ha marcado para el desarrollo de las propias fiestas?
He entendido siempre San Juan del Monte como unas fiestas de calle. Por ejemplo, igual estaría bien que los bares saquen barras a la calle. Se trata de que la gente salga, que se mueva, que consuma. Este año nuestra cuadrilla, la Cogorza, nos tuvimos que ir a comer fuera. Igual hay que poner una carpa y contratar un cátering, y que el café, el puro y la copa se gaste en Miranda. Soy muy mirandés y muy mirandilla, y creo que si nos gastamos medio millón, tienen que repercutir en la ciudad.

¿Y en el largo plazo?
San Juan del Monte son las tradiciones, no las podemos perder. Es cierto que los tiempos evolucionan. Por ejemplo, lo del bombo es reciente e iban cuatro. Ahora el bombazo tiene una gran repercusión y ya es una tradición. Eso no se puede perder, pero hay que intentar recuperar cosas como las zapatillas. No son cómodas, pero los vitorianos, que son bastante menos fiesteros, llevan albarcas, la blusa puesta, boina y el pañuelo. ¿Nos vamos a dejar perder esas tradiciones? Puede que sea una batalla perdida, pero que no sea por no decirlo.Los mirandeses somos gente que nos gusta la fiesta. Por ejemplo, en Miranda toca una trompeta y nos ponemos a bailar, en Burgos toca una trompeta y se ponen firmes. Hay que aunar tradición con modernidad, pero la modernidad no consiste en que se meta una cuadrilla de 150 personas en una lonja.

Últimamente se ha apostado por repartir las fiestas por varios lugares y apoyarse en la hostelería. ¿Qué opinión le merece ese modelo?
Igual que me quiero reunir con Acecaa o con la Cámara, tenemos que saber cómo hacemos que el carné genere movimiento dentro de Miranda y la hostelería es parte importante. Si que es cierto que lo de repartir hay que verlo, porque San Juan del Monte es San Juan del Monte. Igual hay que hacer más cosas, pero en otros momentos. Quizá en La Charca, San Juan del Monte no sea el momento, pero igual en abril se puede hacer una verbena allí. Se trataría de que San Juan no sea unos pocos días, sino hacer un cóctel que beneficie a Miranda y se prolongue un poco más. Tenemos que aprovecharnos de nuestras fiestas, que son las mejores del mundo.

Vamos a hacer una campaña, vincular a Acecaa, a la Cámara y alAyuntamiento, para que sean 15.000 o 18.000 cofrades»

¿Ha diseñado alguna propuesta para atraer a más visitantes de fuera?
Hay muchas cosas que nos tenemos que plantear. Imagínate que soy de Tomelloso y vengo a Miranda a las fiestas, ¿dónde duermo y dónde como? Igual se puede conjugar un poco y en las cuadrillas más pequeñas se puede acoger a ocho o diez personas. Cuando yo era joven fundé los Estrafalarios y un año vino un amigo con unos franceses a los que se les había estropeado el coche. Comieron, bailaron y bebieron con nosotros. Ese espíritu de integración se tiene que recuperar. No podemos regalar las cosas, pero igual viene un grupo de 8 o 10 personas y se les puede acoger. Somos unas fiestas de interés turístico y si viene alguien de fuera no tendría que salir de la ciudad para comer.

A estas alturas se empiezan a organizar los actos. ¿Cómo ve los plazos?
Tengo muchas ganas de que llegue el día 21, si salimos bien y si no también, pero para empezar a trabajar, porque hay mucha tela que cortar. Parece que es fácil, pero hay muchísimas cosas que hacer.

¿Contará con ayuda de la junta saliente para el programa?
Soy muy sanjuanero, no puedo decir de memoria el programa de fiestas, pero los actos importantes han existido toda la vida. Quitando cuando no podía estar por el fútbol, he estado siempre. Aún así, aunque fuera de Alabama o Wisconsin, sería muy fácil con la última junta directiva, porque lo tienen muy  estructurado. No hay que ponerles un 10, sino un 12.

Si logra el cargo, ¿cómo vivirá esas fiestas?
Estoy acostumbrado, porque quien me conoce me veía con el traje en los viajes con el Mirandés y también llevaba el pañuelo. Las aficiones rivales igual me llamaban de todo, pero eso me ponía. Aquí en casa también había partidos, entonces sé lo que es tener que sacrificarme. También sé que las fiestas las viviré de otra manera, porque hay una serie de actos institucionales que tienes que ir, pero luego puedes vivir la fiesta, aunque sea de otra manera. Es lo que toca.

¿Qué significa San Juan del Monte para usted?
Hay una canción de Serrat que dice «el noble y el villano, juntos se dan la mano». Lo más bonito de SanJuan es que durante esos días se iguala cualquier estamento social. La integración del director y del peón, del jefe y del trabajador, del médico y del paciente. La grandeza de San Juan del Monte es que nos iguala a todos, estamos todos unidos. Si fuéramos capaces de ser todo el año tan mirandillas, seríamos un cañón de ciudad.

Se trata de que San Juan no sea unos días, sino hacer un cóctel que beneficie a Miranda y se prolongue un poco más»