Danza a la hora de la caña

ALMUDENA SANZ
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La Escuela Ana Laguna no se resigna a perder contacto con las familias de los alumnos y la sociedad e idea 'Coffee & Dance Talks', encuentros online con figuras de esta disciplina. Hoy, cita con tres egresados

La iniciativa ‘Coffee & Dance Talks’ se afianzó tras el éxito de la cita con Ana Laguna y otros creadores en diciembre - Foto: Alberto Rodrigo

Entre reinventarse o sobrevivir -morir no existe en su diccionario-, la directora de la Escuela Profesional de Danza, Amaya Iglesias, elige la primera opción. A ojos ciegos. Lo han hecho para proseguir con las clases de estas enseñanzas artísticas en las instalaciones de la calle Gonzalo de Berceo. También para mantener el hilo que los une a las familias de los alumnos y al resto de la sociedad. Con este motivo y sorteando las restricciones de la pandemia, el pasado mes de diciembre convocaron un encuentro online con la madrina del centro, Ana Laguna, y otros tres creadores de relumbrón. Se trataba simplemente de conocer en primera persona sus pasos en este campo. La cita, un éxito. No podían cortar esa relación incipiente. Surgió así la iniciativa Coffee & Dance Talks, charlas abiertas a todo el mundo en directo en su canal de Youtube (después se cuelga el vídeo).

«Nace por el interés del centro en tener más comunicación con las familias, que en cursos anteriores a la covid sí hacían un seguimiento, pero, al mismo tiempo, está la necesidad de seguir difundiendo la danza y las enseñanzas regladas. Una de nuestras responsabilidades es aportar nuestro granito de arena a la sociedad y esta era la manera de hacerlo con las restricciones», expresa Amaya Iglesias.

Incluye ahí una tercera pata y es la conexión que posibilita con otras escuelas de igual naturaleza. «Hay algo muy bonito que ha sucedido con la pandemia y es que ha hecho que estemos más en contacto unos centros educativos con otros, sobre todo al inicio del curso, cuando había que adaptarse a las clases online. Es importante que se mantenga y se refuerce», sostiene.

El segundo Coffee & Dance Talks fue con profesores especialistas, profesionales que pasan por el centro con los que trabajan los alumnos de los últimos años. Son una primera toma de contacto con el mundo laboral y, en ocasiones, un puente hacia él a través de becas o contratos en sus compañías.

Una de esas oportunidades la tuvieron Maialen Alberro y Lander Cerrillo, egresados del último curso, que ahora son bailarines de la compañía de Kirill Radev, que fue uno de esos profesores. Ambos y Rodrigo Juez, integrante de la primera promoción y actualmente bailarín en el Ballet del Teatro de Gärtnerplatz de Múnich, son los protagonistas de la siguiente cita: hoy, a las 20.30 horas.

«Es muy importante que los antiguos alumnos relaten sus experiencias en primera persona para ayudar a los que aún están en formación. Los profesores se lo podemos contar, pero que lo escuchen de sus propios compañeros les aporta nuevas perspectivas y todo nutre y enriquece», observa Iglesias, quien espera hacer nuevos fichajes más adelante.

Pero, aunque son importantes, estas actividades no llegan a mitigar la experiencia de saltar a un escenario y compartir la danza con el público. De momento, todo está cancelado. ¿Será posible durante este curso? La directora no se atreve a hacer pronósticos, pero no pierde la esperanza. «Vamos con más fuerza que nunca. Tenemos claro nuestro objetivo y luchamos por que nuestra formación sea lo más completa y versátil posible. La covid no nos va a parar. No hacer nada no entra en nuestros planes».

Esa energía es la que transmiten día a día en las clases y a la que se agarran los alumnos para bailar con la mascarilla FFP2, con el mayor esfuerzo que requiere, ateridos de frío -los han comprado chalecos para aliviarlo-, el gel a todas horas... Unas circunstancias que les reafirman (o hacen desistir) de su sueño.