La hostelería de Miranda confía en la vuelta de las terrazas

Ó.C.
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El sector acepta retirar ya los elementos exteriores, pero aspira a que esté «para el mes de mayo» la ordenanza que permitiría reinstalar veladores en la calzada

La colocación de las terrazas en la calzada tuvo reparos por parte de la Policía Local, por la seguridad del tráfico y los peatones. - Foto: Jesús J. Matías

El sector de la hostelería defiende que los tiempos han cambiado. La pandemia dejó nuevas realidades y una de ellas tiene que ver con el consumo en la calle. Muchos bares pequeños, en medio de todas las limitaciones, tuvieron un balón de oxígeno con la colocación de terrazas en la calzada, aunque ese permiso expira en Miranda este año. Para el 5 de enero no podrá haber ningún velador que ocupe puestos de aparcamientos. En la Asociación Altamira llevan meses pidiendo que se mantengan, aunque a un mes para que el plazo acabe, tendrán «que quitarlas seguro», reconoce el presidente del colectivo, Pepe Rey, que remarca que para ellos no supone un punto final, ya que conservan la esperanza que esta herramienta vuelva «para el mes de mayo» de 2023.

Tienen claro que ese nuevo horizonte necesariamente pasa por «conseguir una nueva ordenanza, por lo que tenemos que hacer un reseteo total», defiende Rey. Con la postura que han tomado ganan tiempo para negociar y pretenden llegar a la mesa con el Ayuntamiento con un informe que refleje la importancia de conservar estas mesas. Según sus planes iniciales querían tener ese documento listo a principios de noviembre e iniciar las conversaciones con el Consistorio en la recta final de 2022, para dar una continuidad al permiso actual. Esta idea no la podrán cumplir, porque ultiman el estudio. «Hay que hacerlo bien y cuesta su tiempo», admite Rey, que indica que otras ciudades como Madrid o Barcelona permitirán terrazas en la calzada.

El presidente de los hosteleros reconoce que de esta manera habrá varios meses en los que este tipo de veladores estén prohibidos. «Se tenían que quitar de todas formas, porque nuestra intención siempre ha sido la de homogeneizar las terrazas para mejorar la imagen que damos», asume.

En cualquier caso, incide en la necesidad de regular esta medida, con la que el Ayuntamiento «ganaría», puesto que esas mesas que ahora se permiten supondrían una fuente de ingresos. Además, también ha manifestado en ocasiones precedentes que con el límite de temperatura en los locales, y sobre todo con el calor, el consumo en la calle estará más demandado, por lo que espera que «para verano todo pueda estar resuelto», y para eso persigue un acuerdo no solo con el equipo de gobierno, sino con los diferentes grupos políticos (...).

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