Tras un año complicado, con un total de 106 atropellos y 4 muertos por este motivo (más otros dos que fallecieron días después del accidente), la Policía Local mantiene la labor preventiva, punitiva y de concienciación, pero también ha propuesto una serie de medidas para reducir estos incidentes en Burgos. 

El intendente jefe, Félix Ángel García, se ha mostrado partidario esta mañana, durante la presentación de la memoria anual de intervenciones, de la instalación de más pasos elevados en puntos críticos. Además, ha anunciado que están trabajando en impulsar novedosos pasos de cebra que mejorarían la visibilidad para peatón y vehículos. 

Y es que llama la atención que hubiera cuatro atropellos en calles donde a priori hay menos peligro, como San Zadornil, en San Pedro de la Fuente, o San Roque, en Gamonal, donde hubo 4 incidentes de este tipo. Uno de ellos muy grave. 

Sobre los pasos elevados, García ha reconocido que hay informes técnicos que descartan esta posibilidad, tal y como informó este periódico hace unos días. No obstante, el Ayuntamiento parece decidido a ejecutar las intervenciones a pesar de esa oposición de los técnicos. 

Por otro lado, tanto el intendente jefe como la concejala de Seguridad Ciudadana, Blanca Carpintero, están a expensas de la partida presupuestaria para poder adquirir entre ocho y diez radares nuevos. Supondría cerca de medio millón de euros. 

Estos nuevos dispositivos se colocarán en vías donde se han detectado altas velocidades y también a demanda de algunos vecinos que han solicitado la pacificación del tráfico (Alcalde Martín Cobos, por ejemplo).