Siete cámaras de videovigilancia van a comenzar a grabar imágenes del tráfico de Medina de Pomar a su paso por las entradas o salidas de las tres avenidas principales de la ciudad, la de Burgos, Santander y Bilbao, así como en la calle Gregorio Hernández que sale hacia El Vado por Santa Clara, el entorno del parque de Villacobos, la calle Tamarredo (cementerio) y la zona del complejo escolar en el Paseo de la Virgen. Las ubicaciones han sido propuestas por la Policía Local, que también custodiará las imágenes que se graben en estos puntos.

Un circuito cerrado de televisión permitirá a los agentes locales supervisar el tráfico en los puntos neurálgicos de la ciudad de un vistazo gracias a esta inversión de 17.947 euros. El contrato menor ha sido adjudicado a la empresa medinesa Electro Metovi Seguridad S.A., que está a la espera de que el Consistorio dote de suministro eléctrico a algunos de los puntos elegidos para instalar las cámaras. Mientras se resuelve esta cuestión técnica, Metovi Seguridad va a comenzar a instalar en breve la antena base que recogerá en las Torres la señal de televisión de las cámaras y la reenviará a la sede de la Policía Local. También colocará los receptores y grabadores en la Policía Local.

La intención del equipo de gobierno con esta inversión es la de controlar el tráfico «y siempre que se pueda colaborar en resolver problemas de seguridad ciudad», como avanza el alcalde, Isaac Angulo. Y es que en ocasiones, estos sistemas de videovigilancia, como el instalado desde hace varios años en Villarcayo, ayudan a ver los movimientos de vehículos sospechosos de haber participado en la comisión de algún tipo de delito.

Las cámaras con tecnología 4K que se instalarán serán de visión nocturna, como las ya colocadas en su día en el polígono industrial, que cuenta con su propio sistema de videovigilancia. El interior de las instalaciones de la depuradora de aguas residuales también cuenta con un sistema de vigilancia que se ha reforzado después del robo del cable principal de alimentación eléctrica que sufrió en verano y cuya reposición supuso un desembolso de casi 10.000 euros.