Los vinos de Ribera del Duero suman y siguen. Desde enero hasta octubre, las bodegas adscritas a la Denominación de Origen han solicitado un total de 82.393.230 contraetiquetas, lo que representa un aumento del 3,5% si se compara con el mismo periodo del año pasado, cuando se habían demandado 79.627.216 tiras, un elemento imprescindible de cara a poner en el mercado los caldos vinculados a esta marca de calidad.  

El aumento de las ventas llega en un momento de incertidumbre a nivel global, con subidas constantes en los costes de algunos materiales como el vidrio, el papel, los fitosanitarios o la energía. Pero estos factores, al menos de momento, no están frenando el ritmo comercial. Todo lo contrario. Hasta el punto de anotar subidas respecto a un 2021 que fue histórico tras finalizar con el récord de 100.421.036 contraetiquetas, la cifra más alta de toda la serie, según los datos de la propia Denominación de Origen, que se remontan a 1991. 

De hecho, en lo que va de año ya se ha vendido más vino que en todo 2020 o que en 2018, cuando se expidieron 78.396.944 y 79.409.172 contraetiquetas, respectivamente. Asimismo, cabe destacar que el nivel de ventas supera el registrado antes de la pandemia de coronavirus, ya que en los 10 primeros meses de 2019 el Consejo Regulador entregó 73.235.489 tiras, por lo que la subida actual ronda el 12,5%. 

Si se analiza la evolución por meses, las bodegas demandaron 7.570.174 contraetiquetas en octubre, frente a las 6.406.996 de 2021, las 4.826.668 de 2020, las 4.654.085 de 2019 o las 4.549.504 de 2018, por lo que ha sido el mejor octubre en el último lustro y también de la serie histórica únicamente superado por los datos marcados en 2017 (9.161.114) y 2015 (7.781.751). 

Mientras, en septiembre se produjo una bajada tanto si se compara con agosto como con septiembre de 2021, algo que el presidente de Asebor, Iker Ugarte, atribuye al arranque de la vendimia: «Las bodegas solicitarían más tirillas antes para tener stock y así evitan que el etiquetado les coincida con la cosecha. Es complicado estar a todo».

«Queda lo mejor». Del momento dulce que viven los caldos de Ribera del Duero da fe Fernando Ortiz, responsable de Territorio Luthier. «Las ventas van muy bien. Estamos contentos y viendo movimiento», asegura tras volver de una feria. En su caso, su cuota se reparte al 50% entre el mercado nacional y el internacional. Y las previsiones apuntan aún mejor ya que noviembre y diciembre «son, sin lugar a dudas, cuando más vino se vende. Es el momento más potente para todas las bodegas. Nos queda lo mejor», subraya. A su juicio, «Ribera está en un buen momento y más que lo va a estar por su excelente relación calidad-precio». 

En esta línea, Coro Blanco, directora de la Bodega Cooperativa Tierra Aranda, apunta que noviembre «ha empezado bastante bien» en cuanto a pedidos y confía en que siga la racha en el tramo final del año:

«Siempre es buena época, cuando más vino se mueve». En su caso, decidieron apostar por la exportación hace algo más de un año y ya han conseguido abrirse mercado en Polonia, Dinamarca, Bélgica y México, además de EEUU, donde ya tenían presencia. También van ganando cuota a nivel nacional, especialmente en el norte de España. En unas semanas, Blanco viajará a Japón para continuar con la promoción de sus vinos y en el arranque de 2023 ya han marcado en su calendario ferias como Barcelona, París o China.