Unai Rementeria volvió al Mirandés en julio tras su cesión en el Bilbao Athletic con la idea de convencer a Etxeberria y ganarse un puesto en la plantilla. Inicialmente, con la salida de Álex López y, después, con la de Meseguer, parecía que el joven mediocentro iba a tener alguna opción de entrar en el nuevo proyecto. Sin embargo, tras varias pruebas durante el verano, el cuerpo técnico no tiene claro que el futbolista vaya a contar con muchos minutos y, por tanto, le han transmitido que debe salir para crecer y coger experiencia.

Actualmente, Beñat Prados ya tiene un asignado un sitio en el once y, a su lado, puede que esté Oriol Rey o algún otro fichaje. El Mirandés está oteando el mercado y nombres como Isma Ruiz, del Granada, o Miguel Román, del Pontevedra, gustan en los despachos rojillos. De una cosa no existen dudas: algún mediocentro más llegará y Rementeria apenas dispondrá de minutos.

La situación del mediocentro de apenas 23 años se podía anticipar al observar las alineaciones de Etxeberria durante la pretemporada. De hecho, en el último amistoso, contra el Osasuna, ni tan siquiera saltó al césped.

Unai Rementeria está vinculado al Mirandés hasta 2024 y, aunque tal vez no en este curso, en el futuro podría entrar en los planes de los jabatos. Por ese motivo, la mejor opción para las partes parece ser que el jugador abandone Anduva cedido y disfrute sobre el campo. También se podría dar un traspaso o una rescisión de contrato, aunque esta última opción resultaría, cuanto menos, sorprendente.

En cualquier caso, aún no ha trascendido qué equipos intentarán hacerse con su fichaje. Teniendo en cuenta la exigencia de la Segunda División del fútbol español, se antoja complicado que algún club de la categoría de plata desee incorporarle. Además, al propio futbolista tampoco le interesa en exceso, puesto que no tendría garantizado el tiempo de juego que desde el Mirandés desean que encuentre.

Así las cosas, el futuro de Rementeria aparentemente está ligado al de la Primera RFEF. Esta categoría la conoce de primera mano, puesto que ya participó durante la segunda mitad de la temporada pasada en el filial del Athletic. En Lezama tampoco consiguió convencer y no sumó todos los minutos que esperaba, pero, al menos, disfrutó algo más que cuando estaba en Miranda.