Los últimos peleteros de Belorado

I.P.
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Julián, Esther y Hugo, hijos de Jesús, y Armando, de Antonio, continúan al frente de las empresas que fundaron sus padres, los Hermanos Cabezón. Han sorteado las crisis y reinventado un negocio que apenas emplea ya a una decena de personas

La villa beliforana es sinónimo de piel. Su eco no suena como lo hizo durante más de tres décadas el siglo pasado, de los años setenta a bien entrado los noventa, cuando las industrias peleteras de los hermanos Cabezón eran un referente nacional y la localidad era un incesante ir y venir de clientes llegados desde todos los rincones para comprarse su abrigo, chaquetón o cazadora... Pero la segunda generación de peleteros resiste, superando crisis tras crisis, pero al pie del cañón, con otro concepto empresarial porque hay que adaptarse, no solo a los nuevos gustos de la gente, sino a las nuevas fórmulas de producción y de venta. Más en la edición impresa o aquí.