Inversiones por más de un millón de euros del Presupuesto del Ayuntamiento de Miranda de Ebro para 2022 se van a quedar sin ejecutar, mientras que otra cantidad importante de los 3,7 millones recogidos en ese capítulo no será realidad hasta los primeros meses del próximo año, con un calendario totalmente marcado por las elecciones municipales de mayo.

El equipo de Gobierno que lidera Aitana Hernando ha repetido la jugada de los últimos años, esta vez si cabe con más éxito. Se juega a una carta la inversión estrella, siempre del mismo palo, la reforma de un tramo de calle. Nada de piscinas, frontones u otros edificios, que los carga el diablo. Salvo en 2020, cuando renunció a ejecutarla a petición de los comerciantes y en plena pandemia, ha sido un acierto.

En 2019, fue el primer tramo de la calle Ramón y Cajal y en 2021 el de Arenal que retrasó la covid. Este año estuvo hábil el concejal Adrián San Emeterio al añadir 250.000 euros al presupuesto inicial para garantizarse adjudicatario pese a la crisis de materiales y la segunda fase de Ramón y Cajal, que empezó tras las fiestas de Altamira y se iba a ejecutar en dos partes, afronta ya su tramo final. Eso y el asfaltado de calles, pese al enfado de los conductores por la falta de avisos y z la coincidencia con otras obras, sirven para dar por ejecutada la tercera parte del presupuesto destinado a inversiones.

También se reabrió en otoño el Centro Sociocultural de Mayores, cuya reforma estaba pendiente desde 2021, y el párking disuasorio de la calle Río Ebro. Además, en las últimas semanas se han contratado la reforma de la plaza de abastos, las mejoras para el juego de petanca y el equipamiento de la vivienda tutelada de la calle Condado de Treviño, a la que aún no se ha podido dar uso. Del mismo modo, está desbloqueada la compra del local para la Asociación de Esclerosis Múltiple Asbem. 

Licitada están, por casi 336.000 euros y con 5 empresas en liza, pero sin adjudicar, la conexión de la calle Alondra con el paso inferior del Crucero, mientras Adif acaba de comenzar a mover máquinas en ese barrio.

Mientras, la única gran actuación que se prometió a las pedanías no avanza. El abastecimiento de Ayuelas se queda otro año en el cajón y sus 245.000 euros van a ser desviados hacia unas obras en la carretera de Logroño, que no estaban en la relación de inversiones contemplada inicialmente. A ellas también irán otras partidas, clásicas en los presupuestos, como los ya famosos 200.000 euros para el arreglo de viviendas sociales o los 20.000 del Plan Director para la recuperación de las tenerías. 

El pabellón de Bayas seguirá siendo de todo menos multifuncional hasta que no se coloque una nueva cubierta sobre la actual que acabe con las goteras (100.000).También se quedan en el cajón los 115.540 euros para las expropiaciones de Torre de Miranda, con el asunto admitido a trámite por el Tribunal Supremo, y los 50.000 para instalar cámaras en la ciudad como herramienta para luchar contra la delincuencia y el vandalismo, pero para las que aún no se han iniciado los trámites ante la Comisión de Videovigilancia.

El Parque de Bomberos de Miranda ocupaba un lugar destacado en el Presupuesto, con 8 de las 42 inversiones y 600.000 euros. Algunas pequeñas partidas sí se han ejecutado pero no la más importante, dotada con medio millón, para un camión autobomba -con cargo al convenio firmado con la Diputación cuya compra aún no se ha licitado.El único vehículo nuevo que ha entrado en las instalaciones ha sido un todoterreno pick up contemplado las cuentas de 2021.