Talleres Asenjo apostó hace tres años por ofrecer a sus clientes el servicio de transformación de vehículos a la tecnología GLP. Mario Asenjo, profesional especializado, confía en las bondades de una alternativa condicionada por la «incertidumbre» que afecta al sector. «La gente no sabe qué debe hacer después de las medidas adoptadas con la gasolina y el diésel y también hay que ver qué pasa con los eléctricos, con el hidrógeno...», expone. 

El autogás «debiera» responder a corto plazo a estas dudas, aunque la evolución de la demanda aún es lenta. «Todavía no veo una gran repercusión, aunque a nosotros no se nos conoce por el trabajo con el GLP», reconoce. Sea como fuere, Asenjo considera que es «la mejor alternativa» en este momento porque «se ahorra entre un 40 y un 45%» en combustible.

Ahora, la aplicación de las nuevas medidas medioambientales en Burgos puede suponer «un filón» para el crecimiento de esta opción porque los conductores contarán -por el momento- con el distintivo necesario para sortear las restricciones.

Adrián Menéndez (AML Taller). - Foto: Valdivielso

Los talleres también prestan atención a los próximos movimientos del Gobierno y del mercado, puesto que deberán adaptarse a las futuras circunstancias. Mario Asenjo considera que esa «incertidumbre» general se trasladará al sector. «No tenemos claro nada porque se dan palos de ciego. Que si el eléctrico, el híbrido... estamos a la expectativa», reconoce.

Por ello, esta opción responde a las necesidades que puedan surgir entre los usuarios en este momento. «Recomiendo la transformación porque se notará en el bolsillo. Y en caso de comprar un coche nuevo optaría por un híbrido o por un gasolina con GLP incorporado», explica.

Adrián Menéndez (AML Taller): «Cuando la gasolina estuvo a 2,20 euros hacíamos hasta tres presupuestos al día»

Adrián Menéndez es una de las principales referencias en Burgos relacionadas con la transformación de vehículos de autogás. El volumen de negocio se ha duplicado en un año, una cifra que se multiplica por cinco desde el comienzo. «Al principio notamos que en ciudades como Burgos aún no había restricciones de movilidad por las emisiones y la demanda se estancó, aunque ahora sí trabajamos más con GLP debido al precio actual de los combustibles y al interés de los conductores en obtener la etiqueta ECO», indica.

Aunque satisfecho con la progresión descrita, esta tarea aún complementa su rutina diaria. «Cuando la gasolina estuvo a 2,20 euros tuvimos unas semanas en las que hacíamos hasta tres presupuestos diarios. Ahora la demanda se ha estabilizado y transformamos dos o tres coches al mes», explica este profesional especializado que ya cuenta con clientes llegados de provincias limítrofes.

Es momento de adaptarse y en AML Taller han comprobado la evolución  del sector. «Antes, el 90% del trabajo era con vehículos diesel. Ahora, contamos con un 60% de coches de gasolina y la mayoría de ellos ya están transformados a GLP. Puedes amortizar la inversión en 30.000 kilómetros», señala.

La próxima normativa europea aplicada a la Zona de Bajas Emisiones y los detalles que adoptará el Ayuntamiento de Burgos en su ordenanza marcarán, en gran medida, la hoja de ruta de consumidores y talleres. 

Mientras tanto, Menéndez tiene claro que el autogás es «una alternativa real en el presente» apoyada en la red de surtidores. Todo,  a la espera de las tecnología de futuro que aún deben implantarse en la realidad de la sociedad.