Un tren que sí pita

R. PÉREZ BARREDO
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Viajeros habituales del Tren de La Robla, que atraviesa la provincia entre el Valle de Mena y Arija, defienden la supervivencia de una línea sobre la que se cierne la amenaza de la supresión. Afirman que su desaparición sería un desastre para la zona

Dos pasajeras en dirección Bilbao. Siempre tiene viajeros el tren, aunque entre semana sean pocos. - Foto: Patricia González

Al otro de la ventanilla el imponente paisaje del Valle de Mena impide concentrarse en otra cosa: los riscos, los hayedos, las verdes praderas en las que pasta, manso, el ganado, ejercen un hechizo del que es imposible abstraerse.Demasiada belleza. El tren discurre por tan singular orografía con un traqueteo de ensoñación, lamiendo peñas y árboles. Un lujo para los sentidos estar a bordo del ferrocarril de La Robla. Un lujo y una necesidad para mucha gente, para distintas comarcas entre Bilbao y León, de ahí que los viajeros que frecuentan esta línea se encuentren preocupados ante los agoreros anuncios de su posible supresión, negra amenaza que sobrevuela este servicio desde hace ya varios años. Es miércoles.Luce un sol rabioso en la desértica estación de Mercadillo-Villasana. El convoy que viaja en dirección a León lleva nueve pasajeros a bordo. Uno de ellos es Felipe, que se dirige a su pueblo,Santibáñez de la Peña, en Palencia.

Es usuario habitual de la línea y se muestra indignado ante la posibilidad de que ésta pueda cerrarse. «Me parecería muy mal. Los impuestos los pagamos todos. Esto es un servicio público. Y todos necesitamos servicios, también en las zonas en las que hay menos población», señala. Tiene más argumentos de peso, como la apuesta por un transporte limpio, que no contamina, y que tiene su infraestructura consolidada. El ferrocarril, ciempiés de acero, discurre con cadencia de nana entre las hayas y los robles, junto a las escarpadas peñas. Varios asientos más adelante viajan Alberto y Zunbeltz, dos ciclistas que van a apearse en Cadagua para, dese allí, hacer el camino de vuelta sobre sus bicis.

(Más información y amplio reportaje fotográfico, en la edición de papel de hoy de Diario de Burgos)