Rechazo a las carpas y las terrazas en la calzada en 2023

Ó.C.
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Los hosteleros mirandeses deberán desmontar todas las estructuras, como muy tarde, el 5 de enero de 2023. El sector desea seguir pero choca con la postura municipal

Las carpas actuales de las zonas peatonales tendrán que desaparecer. - Foto: Ó.C.

El Ayuntamiento de Miranda ha tomado la decisión: no habrá nuevas prórrogas para las carpas ni las terrazas ubicadas en los aparcamientos. La decisión está tomada y el concejal de Seguridad Ciudadana, Pablo Gómez,  recuerda que la medida la adoptaron en 2020, pero siempre «con un carácter temporal». A través de un decreto de Alcaldía, el equipo de gobierno autorizó la instalación de estos elementos hasta el 31 de diciembre, pero Gómez aclara que existirá una moratoria para que los hosteleros puedan retirar estos elementos «como tarde el 5 de enero», puesto que ese día por la tarde la calzada debe de estar libre para «poder hacer la cabalgata de los Reyes Magos».

En la actualidad, más de sesenta locales tienen permiso para tener una carpa o contar con veladores en la zona de estacionamiento de vehículos frente a su fachada. La cifra muestra para los hosteleros las necesidades que continúan vigentes en el sector, ya que consideran que  «la influencia de las terrazas es un tema que ha llegado para quedarse», expresa el presidente de la asociación Altamira, Pepe Rey, quien lamenta que el Consistorio no quiere negociar soluciones. El colectivo mantienen que no pretenden que la medida cuente con una nueva prórroga, sino que pelean por reformar la actual ordenanza que regula este aspecto.

«Queremos seguir luchando porque nos parece que el servicio que se está dando es positivo», sostiene el hostelero, que deja claro que sí que hay que mejorar la imagen actual de las calles con una «unificación» de los criterios para el montaje. Más allá de esta parte estética, Rey reitera que la modificación de la norma supondría «un salto de calidad para la ciudad», y sobre todo lamenta que «por el hecho de que el Ayuntamiento no quiera hablar nos carguemos todo de golpe».

En la parte contraria, en la municipal, consideran que en este asunto «nadie ha engañado a nadie», aclara Gómez. El concejal indica que para hacer cerramientos ya existen mecanismos en la actual ordenanza, por lo que en este sentido no entiende las quejas. Respecto a las terrazas en los aparcamientos, el Consistorio tiene claro que la medida no continuará más allá de la fecha fijada, por motivos estéticos y de seguridad. En este sentido, hay que tener en cuenta que esta alternativa se aprobó con el respaldo de todos los grupos municipales, pero con un informe contrario de la Policía Local. Por estos motivos, reitera que la medida estaba justificada «para los peores tiempos de la pandemia, porque suponía algo excepcional».

Los hosteleros consideran que esta alternativa en la calzada habría que incluirla en la normativa, por la función que se ha demostrado que cumplen, «y además tampoco nos oponemos a que nos tengan que cobrar por ello», puntualiza el presidente.

Al margen de las medidas, el debate de fondo reside en la renovación de la ordenanza municipal. Respecto a una posible actualización, el concejal de Seguridad Ciudadana defiende que «no es el momento de modificar nada». Además, recuerda al sector que si abren el proceso, los pasos también incluyen una exposición pública, por lo que «habría otros colectivos que podrían efectuar cambios, por ejemplo, en aspectos como los horarios de los veladores en verano o la distancias que hay que guardar».

Además, Gómez reivindica que «la ordenanza actual ha permitido que en esta ciudad haya el número de bares y de terrazas que hay», por lo que considera que la norma «está dando un buen servicio a la gran mayoría de la ciudad, por lo que yo no soy partidario de tocarla».