«Los alcaldes han explotado poco Burgos ciudad universitaria»

B.G.R.-H.J.
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Amplia entrevista a Manuel Pérez Mateos, rector de la Universidad de Burgos, quien analiza las carencias y potencialidades de la institución académica

Manuel Pérez Mateos, rector de la Universidad de Burgos. - Foto: Alberto Rodrigo

Inició su segundo (y último) mandato en enero de 2021 y desde entonces ha tenido que lidiar con la gestión de la pandemia, la polémica por las presuntas irregularidades en un título de la Fundación de la Universidad o el recurso todavía pendiente sobre el resultado electoral. Pérez Mateos (Burgos, 1955), catedrático de Bioquímica y Biología Molecular, defiende el importante papel social que debe cumplir la UBU y la necesidad histórica de incrementar su financiación.

Lleva ya casi un año y medio de mandato, ¿qué balance hace de este tiempo?
De satisfacción e ilusión. Está siendo un tiempo de un intenso trabajo, con dificultades derivadas de que todavía estamos en época de pandemia, pero afortunadamente estamos recuperando la actividad en todos los frentes. Seguimos incrementando la producción científica de la UBU, hemos avanzado en la puesta en marcha de nuevas titulaciones y también en nuestro objetivo principal, el que dirige todas nuestras acciones: la Agenda 2030 y los objetivos de desarrollo sostenible. 

Los resultados de las últimas elecciones fueron judicializados. ¿En qué momento está el proceso?
Recientemente ha habido una fase de pruebas y supongo que Su Señoría no tardará en dictar una sentencia al respecto. Por supuesto, yo estoy con la conciencia muy tranquila, pero además debo decir que durante el proceso electoral no hubo en ningún momento ninguna reclamación. Tampoco los interventores del señor Manso (el otro candidato) presentaron reclamación alguna durante el recuento. Es más, mostraron claramente su conformidad. Así que fue una sorpresa, porque yo no conozco ninguna otra universidad española donde se haya producido una situación como esta. A mí la impresión que me da es que es un mal perder, pero me parece muy bien que la administración de Justicia examine todo y estaremos a lo que dictamine.

Manuel Pérez Mateos, rector de la Universidad de Burgos.Manuel Pérez Mateos, rector de la Universidad de Burgos. - Foto: Alberto Rodrigo

Castilla y León puede tener perfectamente 4 facultades de Medicina»

Otro conflicto judicial fue el de las presuntas irregularidades en un título de la Fundación General de la Universidad. Ustedes hablaron de malversación de caudales públicos y apropiación indebida, pero el caso se archivó y encima la UBU fue condenada en costas. ¿Se arrepiente de haber llevado a cabo aquel proceso?
En absoluto. Nosotros en ningún momento acusamos. Lo presentamos ante la Fiscalía, cuando hubo diferentes instancias en la propia comunidad universitaria que nos requerían ir directamente a los juzgados. Precisamente quisimos hacerlo con toda la prudencia. Yo me alegro mucho de que, desde el punto de vista penal, se haya establecido que no hay responsabilidad. Lo cual no significa que no haya irregularidades. Es más, en la sentencia correspondiente incluso se abre la posibilidad de acudir a la vía civil. Lamento tener que hablar de esto, porque para mí son compañeros que estuvieron en una situación en la que yo, como funcionario, tenía la obligación de hacer lo que hice. ¿Qué debe hacer un rector cuando un vicerrector y un secretario general cobran nada menos que el 40% de los 870.000 euros que cobraron todos los profesores en el curso del que estamos hablando? Era entre tres y cuatro veces más de lo que establecía la normativa. Otra cosa es que eso tenga o no delictivo penal, yo eso nunca lo he dicho. Ahora, no deja de ser llamativo y desde luego escandaloso.

Esos contratos pasaron por el Consejo de Gobierno, usted ya era vicerrector y las cuentas fueron fiscalizadas por la Universidad. 
El problema justo es ese, que esas retribuciones no estaban contempladas en ninguno de los presupuestos que se llevaron al Consejo de Gobierno. Esa es una de las irregularidades.

El juez dice que usted ya estaba en ese equipo de Gobierno.
El juez lo que establece es que el curso había pasado por el Consejo de Gobierno, pero no que los emolumentos cobrados hubieran sido específicamente aprobados con estas cuantías. Yo aquí he sido el responsable al que, cuando le ha llegado la información, ha actuado como creo que debe actuar cualquier funcionario público y mucho más un responsable: ante una irregularidad de esta naturaleza, que supone un escándalo, vamos a actuar poniéndolo a disposición de la Fiscalía. No me arrepiento en absoluto, perjudica mucho más al prestigio de la Universidad que se tapen posibles irregularidades a que se intenten aclarar. E insisto, el procedimiento no ha terminado y continuará.

Se perdió una oportunidad histórica para incorporar el campus de Soria a la UBU»

¿Eso quiere decir que la Universidad seguirá por la vía civil?
Lógicamente y de una manera automática, el procedimiento administrativo abierto en la inspección se retoma y volverá a producirse algún tipo de propuesta: o bien de llevarlo al procedimiento civil o seguir adelante con el expediente disciplinario abierto de manera interna.

¿Podría haber sanción entonces al exsecretario y al exvicerrector?
Bueno, claro. El procedimiento disciplinario se interrumpió porque al llevarlo por la vía judicial hay que pararlo y ahora que ha terminado vuelve a la Universidad. No sé si se propondrá sanción o no. Yo quiero recordar también que hubo encargos a siete sociedades mercantiles de las que no constan en los archivos de la Fundación los servicios prestados salvo en el caso de dos de ellas. Y los encargos eran exactamente de 404.000 euros. No hay antecedentes en la tramitación de los expedientes, no hay petición de ofertas, no hay presupuestos previos, no hay celebración de contratos, no hay información extracontable ninguna… toda una serie de irregularidades muy graves sobre las que nuestra obligación es examinarlas y, en su caso, depurar responsabilidades.

Recientemente se firmó un convenio con la sociedad municipal Promueve para lanzar el centro del español. ¿Qué aplicación práctica espera de esta filosofía de potenciar la UBU como centro de aprendizaje del español para captar alumnos y profesores extranjeros?
Es otro de los objetivos clásicos que ahora queremos relanzar. Cada vez que hay una nueva legislatura se da una vuelta a esto. Burgos tiene muchas posibilidades de incrementar su número de estudiantes internacionales. Tengo buenas perspectivas, pero nos ha perjudicado mucho la pandemia. Ahora hay que resucitar, aunque se empieza a notar que hay ganas de venir. Habrá que ver si se consigue. Siempre hemos estado dispuestos a colaborar con la ciudad. He dicho muchas veces que Burgos debe ser ciudad universitaria. Creo que se explota muy poco esa idea por parte de las sucesivas corporaciones y no me voy a cansar de repetir a quién esté en la Alcaldía que es un potencial para Burgos. Es algo que se está haciendo en todas las ciudades y aquí no se explota suficientemente. Desde luego, el español es una oportunidad buenísima para conseguirlo, al igual que la gastronomía, de la que ahora se está hablando, o la propuesta que nosotros hicimos de convertir a Burgos en un destino donde se puedan celebrar ferias de videojuegos. Pienso que la Universidad de Burgos puede y debe aportar mucho a la ciudad.

Después de los precedentes no me atrevo a poner fecha al Hospital de la Concepción, pero me creo al ministro Iceta» 

Los problemas de financiación entre las universidades siempre son un clásico. ¿Qué perspectivas tiene ante los recientes cambios en el Ministerio y en la Junta de Castilla y León? 
Toco madera, pero espero que sean positivos. En el Gobierno de la nación se acaba de presentar un borrador de la nueva Ley Orgánica del Sistema Universitario en donde se establece de forma clara la necesidad de dedicar al menos el 1% del PIB a la financiación de las universidades españolas. A nivel autonómico yo también tengo esperanza de que el nuevo equipo de la Consejería de Educación sea sensible a lo que tantas veces hemos repetido. El otro día incluso utilice una expresión más extrema, al decir que es desesperada la necesidad que tenemos. ¿De qué? Sencillamente de restablecer el desequilibrio de financiación que tiene la UBU desde el nacimiento. Yo no culpo a nadie en concreto, pero ya nació coja en financiación y lo venimos arrastrando. 

Al problema del alto porcentaje del profesorado asociado se le suma el envejecimiento de la plantilla. Hay departamentos que podrían quedarse vacíos.
Estoy hablando continuamente con los centros de esta situación. El rejuvenecimiento de la plantilla es una de las cuestiones que más nos preocupa, pero lo que ha hecho este equipo rectoral desde 2016 no tiene precedentes. Hemos conseguido multiplicar casi por tres el número de catedráticos. Teníamos 19 y ahora 67. En la plantilla de titulares hemos subido casi el 40% de nuevas plazas, en las de contratado doctor hemos multiplicado por dos y en las de ayudante, que son las que más influyen en ese rejuvenecimiento, hemos convocado 82 nuevas plazas frente a las 46 que existían en 2016. Y vamos a seguir en esa línea. Nuestro plan sería tratar de sacar otros 100 ayudantes doctores para poder equilibrarnos y estar en la media.

En el capítulo de titulaciones, la última novedad conocida es la implantación del grado de Psicología,  pero la Universidad no se conformará solo con esa carrera...
No. Nosotros estamos tratando de crecer en titulaciones porque entendemos que la Universidad  puede y debe hacerlo y porque, además, hay un camino por explorar sobre todo en un ámbito muy importante y con mucha demanda social, que es el de Ciencias de la Salud. Por tanto, seguiremos solicitando titulaciones en ese campo, de una forma progresiva  poder asumirlo y para garantizar la calidad de los estudios.  

¿Cuál es el siguiente objetivo de la UBU en este sentido?
Yo ya anuncié el otro día que uno de los objetivos es aumentar el número de plazas en Enfermería. Aquí estamos bastante saturados y, por tanto, he propuesto que abramos en otros campus. Y luego seguir solicitando la Facultad de Medicina, pero ya hemos hablado en varias ocasiones de otras titulaciones como pueden ser Microbiología o Fisioterapia, que podrían perfectamente complementar los estudios en Ciencias de la Salud. También nos gustaría mucho tener un grado de Matemáticas, que podría ir de la mano de Computación porque nuestra idea es que sea un título muy relacionado con la Informática. Nuestra idea es seguir creciendo de una manera razonable pero quizá ahora tendríamos que darnos un poco de tiempo porque todavía continuamos  teniendo el grado de Ciencias Gastronómicas que se ha atascado tantas veces, pero que ahora ya se ve la luz al final del túnel. Ha sido difícil poner de acuerdo a las tres universidades (Burgos, Valladolid y León) y esperamos poder ofertarlo próximamente.

Tenemos una necesidad desesperada de reequilibrar la financiación que sufre la UBU desde su nacimiento. Nació coja y lo venimos arrastrando»

El de Medicina es un mantra recurrente que vuelve cada poco años. ¿Qué posibilidades reales hay de conseguir esa carrera con la que ya cuentan Valladolid y Salamanca?
Es una pregunta que debería contestar la Administración autonómica. Yo, sinceramente, creo que en Castilla y León hay sitio no solo para una Facultad de Medicina en Burgos, sino que iría más allá y diría que también para otra en León. Creo que esta Comunidad Autónoma perfectamente puede tener cuatro facultades de Medicina. El tema está en que están creciendo sobre todo en universidades privadas de todo el país y creo que la formación tan excelente, y con tanto prestigio de la pública, garantiza que podamos tener mayor tasa de médicos en la sociedad. ¿Posibilidades reales? Siempre he reconocido que es una titulación cara, pero tenemos un excelente Hospital Universitario, profesionales... Por tanto, no sería tan difícil fichar a un buen profesorado para poder impartir ese grado. 

¿No ve poco práctico abrir escuelas de Enfermería en Aranda o Miranda en lugar potenciar la de Burgos, que ya cuenta con infraestructura?
Es que también queremos hacer eso. De hecho, hemos ampliado las plazas a 85, que siempre está limitado por las prácticas. Queremos hacer ambas cosas. Estamos potenciando la de aquí, pero vuelvo a repetir que la Universidad de Burgos es de la provincia, nuestro interés es también captar un mayor número de estudiantes y creo que una buena estrategia es contribuir a extender los estudios universitarios acudiendo a las dos grandes poblaciones que tenemos. Hay que recordar que Soria tiene pocos habitantes más que Aranda o Miranda y, sin embargo, cuenta con 10 titulaciones grado. Nosotros no tenemos ni una sola y es nuestra obligación intentarlo. Ya  sé hay dificultades, pero si no empezamos no lo conseguimos.

¿Se ha olvidado ya la UBU de la adhesión del campus de Soria?
El campus de Soria tenía que haberse incorporado a Burgos en el momento del nacimiento de la UBU. Se perdió una oportunidad estupenda porque geográficamente Soria está más próxima a Burgos que a Valladolid. Ahora mismo es complicado, porque Valladolid está invirtiendo en ese campus y comprendo que no es fácil. En todo caso, no depende de la UBU. Nosotros no nos hemos olvidado y si desde la Junta se plantea de nuevo esa posibilidad, la atenderemos, pero siempre y cuando las condiciones sean favorables.

El Hospital Militar nos está suponiendo mucho gasto aunque es un lugar fantástico de crecimiento del campus» 

La financiación también es imprescindible para la creación de nuevas infraestructuras o la potenciación de las actuales. ¿Cuáles serían las prioridades en este momento?
Terminar de completar las actuales y, sobre todo, una muy buena inversión en mantenimiento. Nosotros no hemos apostado por el ladrillo; hemos apostado por tratar, por a poco, de resolver las deficiencias que actualmente tienen los edificios. Además, la cesión del Hospital Militar nos está suponiendo mucho gasto, aunque se lo agradezco a la Junta porque es un lugar fantástico de crecimiento del campus. Nuestra prioridad es terminar esas infraestructuras y también tenemos especiales problemas en la Facultad de Educación, que es un edificio que estructuralmente tiene muchas deficiencias y cuenta con muchos estudiantes. Pero todos los centros presentan dificultades y tratamos de ir asumiendo sus solicitudes de una manera equilibrada. Esto no significa olvidar totalmente que tenemos otras necesidades. Por ejemplo, hemos creado tres centros de investigación y hay que ubicarlos. He propuesto que seamos capaces de construirlos en la parcela entre el CIBA y la calle La Sorbona. Eso significa que necesitaremos financiación extra.

Mencionó recientemente problemas de espacio volviendo a pedir a la Junta la cesión del pabellón 3 del Militar, a la vez que anunció la idea de convertir en un centro cultural y de ocio la antigua capilla. ¿Se ha pronunciado la Junta al respecto?
Tenemos la ambición, y estamos estudiando fórmulas de cómo podemos financiarlo, para resolver todas esas cuestiones. El proyecto del Ágora me parece fantástico y está teniendo muy buena acogida en la comunidad universitaria porque supondría relanzar la actividad cultural de esta Universidad, que es mucha y a veces poco conocida.

Otro gran clásico es el Hospital de la Concepción. En una entrevista de 2018 dijo que estaría en obras en 2020 y, probablemente, en 2019. Estamos en el 2022 y no hay nada. ¿Para cuándo se espera que arranquen las obras y luego sea una realidad para usos universitarios?
Después de esos precedentes, diría que no me atrevo a poner fecha alguna, pero puedo recordar lo que ha dicho el ministro de Cultura, Miquel Iceta, que tiene más responsabilidad sobre ese proyecto que yo. Lo que anunció fue que a mediados próximo año probablemente pueden empezar las obras y que, con suerte, a finales de 2025 estar terminadas. Yo siempre me creo lo que me dicen y también me creo esto, pero no son palabras mías. Ojalá sea así.  

Si se cumplen esos pronósticos podrá ver como rector el inicio de las obras, pero no la conclusión. Este es su último mandato. ¿Se trabaja ya en su relevo?
Todavía queda mucho tiempo, aunque estas cosas siempre espolean los comentarios. No estoy detectando que en este momento haya movimientos para pensar en quién va a ser el próximo rector o rectora. Es algo que no me preocupa. Yo todavía tengo responsabilidad para que, siempre y cuando podamos, influyamos lo más posible en la rehabilitación de la Concepción. Y en ese sentido ya se ha adjudicado el proyecto de ejecución y hemos solicitados vernos con el equipo de arquitectos para estudiar conjuntamente cuál es el planteamiento.