La artista de Guzmán que retrata lo rural

L.N.
-

El nuevo proyecto de Asunción Molinos se llama 'Barruntaremos', se centra en el arte de las cabañuelas y está respaldado por la Fundación Thyssen

El pastor Pedro Sanz (derecha) en conversación conAsunción Molinos y el sonidista Alberto Carlassare. - Foto: Sonia Pueche

El mundo rural protagoniza el arte más contemporáneo. Uno de los últimos ejemplos se halla en Barruntaremos, el poético vídeo dirigido por la artista ribereña Asunción Molinos Gordo dedicado al arte de las cabañuelas, uno de esos saberes populares que se viene desarrollando desde antiguo por las comunidades rurales y campesinas de la península ibérica. 

Nacida en Aranda de Duero y criada en la localidad de Guzmán, Molinos regresó hace tres años a España tras vivir casi una década entre Egipto y Omán. No importa el lugar. Desde hace catorce años, el principal foco de su obra lo dirige hacia el campesinado contemporáneo, pero desde un punto de vista diferente a la producción de alimentos. Ella se centra especialmente en la figura del pastor como agente cultural, como responsable de perpetuar el saber tradicional y generar una nueva pericia para enfrentar los retos actuales. «A la gente de pueblo siempre se nos ha tratado como paletos, cuando en realidad se producen conocimientos fuera de la academia», detalla Molinos al respecto. 

Dicho de otra manera. Para la artista, el entorno rural es productor de ideas, de mundos y de formas de habitar el planeta. Y aquí, el arte contemporáneo ofrece a las culturas campesinas un puente para que gente que no participa del mundo rural conozca lo que sucede. «Que no acabemos en una postal folklórica, que sea un arte vivo, que las formas culturales de los pueblos tengan los espacios que les corresponden. Es reclamar su lugar».

En Barruntaremos, un proyecto   dentro de la plataforma digital St_Age lanzada en septiembre como respuesta a la pandemia por parte de la Fundación Thyssen-Bornemisza Art Contemporary, Molinos trabaja con el pastor segoviano Pedro Sanz, conocido por hacer predicciones meteorológicas con la técnica ancestral de las cabañuelas. Grabaron en distintas localidades de Segovia, como las inmediaciones de Brieva y La Granja de San Ildefonso, durante los meses de enero, febrero y marzo. En abril editó el vídeo. 

Con Pedro Sanz aprendió que los movimientos de una culebra, un grupo de ovejas o una bandada de tordos están cargados de información meteorológica. «Es una persona muy generosa con sus conocimientos y su tiempo», agradece Molinos. La grabación de este proyecto le ha resultado casi, casi como hablar con alguien de su propia familia ya que tanto su padre como su hermano han tenido ovejas. «No había una gran distancia que salvar, nos hemos entendido a las mil maravillas», dice.Pero no sólo eso. Otra de las similitudes que comparten es que ambos proceden de pueblos que no superan los 60 habitantes. Él, de Rades de Abajo, en Segovia. Ella de Guzmán.  

más proyectos. Molinos reconoce que la plataforma St_Age ha supuesto «un poco de aire», especialmente para no tener la impresión de que «el mundo se caía por completo a raíz de la pandemia», así como «tener la impresión de mantener la llama viva».

Más allá de Barruntaremos, la artista de Guzmán, licenciada en Bellas Artes y cuya obra está presente en colecciones como la FundaciónCalosa en México o Darat Al Funnun en Jordania, ha inaugurado este mes la exposición Cuántos ríos hay arriba en la galería madrileña Travesía Cuatro.