El título es complicado, lo reconozco, pero fácil de explicar. Djokovic es el famoso jugador de tenis, uno de los mejores de la historia junto a Federer y Nadal, que hace poco fue noticia mundial por el Open de Australia. Y el trilema es un dilema grande, no con dos opciones, sino con tres, y por tanto más difícil de resolver. Un dilema es una duda, ir o no ir, libertad o responsabilidad, etc.

El asunto COVID nos planteó desde el principio varios dilemas, salud/economía, reuniones versus riesgos, etc. El ser humano es dilemático por naturaleza, la vida nos obliga a elegir, a decidir entre opciones y eso genera dudas, incertidumbres y a menudo elecciones erróneas, por miedo o por la falsa sensación de libertad que nos da la vida moderna llena de posibilidades.

Con el COVID desde el principio se planteó un gran dilema, salud frente a economía, pero poco a poco se fue resolviendo con paciencia y prudencia. Luego vinieron las vacunas, y todo mejoró, más seguridad sanitaria, más libertad social, pero también más responsabilidad personal. En ese punto el dilema salud/economía se convirtió en un trilema: salud, economía, libertad. La diatriba entre Djokovic y el Open representa ese trilema, pues, incluso sin saberlo, se planteó elegir entre su salud, su éxito deportivo, que también es economía, y su libertad.

Ese señor dijo: no me vacuno porque tengo derecho a hacer lo que quiera con mi salud. Pero eso es una trampa. En realidad, los seres humanos no somos nunca tan libres, ni tenemos tanta capacidad para elegir y decidir, nos debemos a una sociedad que nos da trabajo, economía y, también, salud. La conducta de Djokovic y sus adláteres fue muy elemental e ignorante. Eligió libertad frente a salud, pero sabía que los términos de su elección no eran dos, sino tres. Eligió libertad pero puso en riesgo su salud y la de los demás, y quebró su éxito deportivo, su economía, y la de su gente.

Pero en el fondo su ignorancia me importa un bledo, lo que realmente me preocupa son los miles, millones de personas del mundo que, iluminados por gentes como él, no saben distinguir entre un dilema, libertad versus seguridad, y un trilema, como es el más señero de todos, aquel de libertad, igualdad, fraternidad. ¡Ay si leyéramos un poco más y jugáramos un poco menos!, mejor nos iría en todo, incluso en el trilema de la COVID.