Burgos pierde 350 donaciones de sangre en lo que va de año

G.G.U.
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La Hermandad lamenta que no se recuperan los datos previos a la pandemia y lo atribuye al cambio del punto de extracción

Por la mañana se homenajeó a los donantes fallecidos ante el monumento. - Foto: Alberto Rodrigo

En los cinco primeros meses del año, Burgos ha perdido «entre 340 y 350 donaciones de sangre» con respecto al mismo período del 2019, según afirmó -y lamentó- el presidente de la Hermandad de Donantes, tanto provincial como autonómica, Francisco del Amo. «Estamos cayendo en picado», dijo, atribuyendo esta circunstancia al cambio del punto de extracción; una decisión que tomó de forma unilateral el Centro de Hemoterapia y Hemodonación de Castilla y León el pasado otoño y que conllevó el traslado de las cesiones de las instalaciones de la Hermandad a una antigua zona de consultas del Divino Valles que comparte acceso con las urgencias de Atención Primaria (el PAC).

Esta circunstancia ha monopolizado casi todas las reuniones de los donantes desde el pasado otoño y también se abordó en la asamblea ordinaria, aunque de forma más tangencial, dado que el objetivo era celebrar los 50 años de la entidad. De ahí que también se entregaran distinciones a los expresidentes de la entidad, al hematólogo jubilado Tomás Santoro -«el artífice de que esto empezara a funcionar»-, a la Diputación y al Ayuntamiento. 

El alcalde, Daniel de la Rosa, participó por la mañana en el homenaje a los donantes fallecidos ante la escultura de la avenida Derechos Humanos (antigua Eladio Perlado) que conmemora la generosidad de quienes ponen el brazo para que su sangre pueda ser recibida por quienes la necesitan. «Queremos felicitar y agradecer a la Hermandad de Donantes de Burgos su trabajo a lo largo de estos 50 años en la provincia, que tiene unos 19.000 donantes activos, que es una cifra muy elevada con respecto a otras, y que ronda las 20.000 cesiones anuales», dijo de la Rosa.

La asamblea se celebró en el centro cívico de San Agustín, con un aforo máximo de 250 personas. «Es un acto bonito, para celebrar y hacer balance», dijo del Amo, matizando que el año pasado cerraron con «unos 1.400 donantes nuevos». Una cifra que está más o menos en la media, si bien es cierto que lo que no se recupera es el número de extracciones. El 2021 concluyó con un total de 19.721, que sigue por debajo de la meta que Burgos siempre persigue y que antes de la pandemia llegó a rebasar: las 20.000 donaciones anuales.

Del Amo explicó que en el descenso ha tenido que ver la pandemia (en todo 2020 solo hubo un punto fijo de extracción en la capital, en el Coliseum, frente a los tres que mantenía la ciudad hasta entonces) y, luego, el traslado del punto fijo de extracción, que ha generado muchas quejas entre los donantes, también en este periódico. La más habitual es por las instalaciones, que consideran pequeñas y en peores condiciones que las que ofrecía la Hermandad, con más espacio, intimidad y equipamiento. Ahora, remachan, no es así.