Concluidos los actos centrales del 800 ‘cumpleaños’ de la Catedral de Burgos tocaba el turno de los agradecimientos, de compartir emociones tras cuatro años de intenso -y a veces complicado- trabajo y de reconocer a aquellas instituciones, empresas patrocinadoras y medios de comunicación que han remado al unísono, junto a la Fundación VIIICentenario y al Cabildo, para que esta efeméride, pese a la pandemia, fuera un éxito para la ciudad, brillara desde el plano social y cultural y fuera un revulsivo para la economía provincial.

Lo resumió claramente el arzobispo y presidente de la Fundación VIII Centenario de la Catedral, Mario Iceta, en el breve discurso que pronunció al finalizar el almuerzo organizado para  reconocer a aquellos que han contribuido al logro de este proyecto. «La Fundación ha sido un modelo de sinergias, donde todos han estado representados y donde todos -subrayó- han arrimado el hombro. Ha sido un aniversario trascendental e inolvidable». Iceta, que reconoció la labor desarrollada en este centenario por su antecesor, Fidel Herráez, también tuvo palabras de agradecimiento para quien ha sido vicario general de la diócesis, Fernando García Cadiñanos, y futuro obispo de Mondoñedo, remarcándole que Burgos será siempre su casa. «Tendremos que hacer un corredor lateral Burgos-Mondoñedo», apuntó, tirando de sentido del humor.

Tampoco se quiso olvidar de los miembros del Cabildo y «del motor principal» de la Fundación, Antonio Méndez Pozo, de quien dijo que a veces ha tenido que soportar críticas cuando «si él no hubiera estado, este proyecto no habría llegado hasta donde lo ha hecho». Momento que aprovechó para señalar que si se comparan los actos del 800 aniversario con los centenarios de otras catedrales, «no hay ni color».
Además, explicó que por cada euro que ha invertido la Fundación en los actos conmemorativos la ciudad ha recuperado cuatro (...).

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