Los miembros de la junta directiva de la Asociación Cultural El Cronicón prometieron hace días que sorprenderían al público una vez más, aunque fueron capaces de mantener hasta ayer, día del estreno del espectáculo, el secreto mejor guardado. Por primera vez en la historia de la representación se han incorporado proyecciones de dibujos en tres escenas diferentes «con el fin de ayudar a evocar un ambiente determinado», aclara Berta Tricio, presidenta de la agrupación.
Así, el exótico Encuentro en Córdoba, la Muerte del Conde Sancho García y Sancho II y El Cid mostraron una nueva cara que no dejó indiferente a nadie. Ambientes árabe andalusí, grabados del panteón condal ubicado en la iglesia de San Salvador o imágenes de la bóveda de la misma aparecieron plasmadas en la fachada del imponente emplazamiento. Asimismo, entre las novedades de este año también se pueden apreciar pequeñas modificaciones en el texto y en la grabación de las voces, aunque desde la Asociación explican que son «cosas sutiles que mejoran el espectáculo» y lo harán «más ameno y divertido» para los asistentes.
El patio de San Íñigo del Monasterio de San Salvador vuelve a acoger por segundo año la representación teatral de los acontecimientos que marcaron Castilla en el siglo XI. Un escenario que para los encargados de la organización ofrece muchas posibilidades. «Como mujer de teatro, trabajar en el sitio donde se han desarrollado los hechos tiene una belleza y una entidad», aclara la directora del espectáculo, Efrosina Tricio. «Quizás sea ese el detalle» el que provocó que ayer no quedara prácticamente ni una silla sin ocupar en su estreno, «o la curiosidad que genera a los asistentes conocer un lugar que hasta el pasado año se había mantenido cerrado a las visitas», sostienen desde El Cronicón, que adelantan que las entradas se «venden de maravilla» aunque todavía quedan huecos libres para hoy y los tres días restantes (mañana, domingo y lunes).
Por otro lado y como novedad, el público asistente se topará con un pequeño photocall en la entrada de la abadía, donde podrán sentarse en el trono real y sentirse por unos momentos parte del elenco de actores. Este detalle sustituye a la tradicional escena de calle, que en años posteriores se realizaba al inicio del espectáculo y que desde hace dos ediciones no se hace.
El centenar de actores que participan en la obra vistieron por primera vez la indumentaria al completo ayer, ya que el día del ensayo general (miércoles) cayó una tromba de agua y por miedo a que se estropearan los trajes y complementos se tuvo que hacer con ropa de calle. No obstante, todos ellos portaron con elegancia su indumentaria y los cambios entre una escena y otra se produjeron a la perfección.
Vuelta al escenario. Este año además se recuperan dos escenas de gran importancia en la historia y que llevaban años sin llevarse a cabo. Una de ellas corresponde con el nacimiento del infante don García, hijo de Sancho García, y la otra que ha sufrido un ligero cambio, tal y como explica Efrosina Tricio, es la muerte de Sancho García. «Antaño salía directamente el personaje como el muerto, pero ahora sacamos a la viuda y los huérfanos despidiéndolo», explica. Las primeras notas de Carmina Burana no se escuchan y el espectáculo comienza con un prólogo.