Se acabó la fiesta

J.M.
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El alcalde se niega a mantener el privilegio que en tiempos del PP se concedía para permitir a un puesto de vino dulce y una churrería instalarse en el interior del Parral

Se acabó la fiesta - Foto: Miguel Ángel Valdivielso

Los burgaleses que no perdonan en el día del Curpillos dejarse caer por la romería del Parral seguramente recordarán que en una de las entradas, en un lugar privilegiado del interior del parque, suele haber el mítico puesto destinado a la venta de vino dulce.  Seguramente nadie, o casi nadie, se ha preguntando si quienes lo regentan pertenecen a una peña, si participan en el sorteo que organiza el Ayuntamiento para los puestos de venta al público... Esta situación ha pasado inadvertida hasta que el actual equipo de Gobierno ha tenido que organizar su primera fiesta del Parral (los dos años anteriores los ha impedido la pandemia y antes estaban en la oposición) y se han encontrado con que existía un privilegio que quieren erradicar.

La sorpresa ha venido cuando una persona que se hace valer como intermediario del feriante que tiene el puesto de vino dulce y de otro que regenta una churrería ha venido a pedir al alcalde, Daniel de la Rosa, que se le conceda la misma autorización que en tiempos de gobernanza del PP no tenían mayor problema en conseguir.

(Más información, en la edición de papel de hoy de Diario de Burgos)