Entre los puntos tratados hoy en la reunión del patronato del Instituto Castellano y Leonés de la Lengua está la renuncia presentada por Alejandro Sarmiento como gerente de la institución. El que ejerciera también como director-gerente en el Museo de la Evolución Humana pasará a ocupar a partir del 1 de julio una plaza de funcionario como interventor en Sestao (Vizcaya) por lo que su puesto en la institución con sede en el Palacio de la Isla queda vacante.

La marcha ahora de Alejandro Sarmiento se une a la falta de director desde que hace año y medio dejara el puesto Gonzalo Santonja por desavenencias con la Consejería de Cultura de la Junta, que encabezaba entonces Ciudadanos. Ahora hablamos de que el Instituto Castellano y Leonés de la Lengua sigue sin director y se queda también sin gerente, una vez que Sarmiento, que retornó a ese puesto tras concluir su contrato en el MEH, sale del organigrama de la institución pública.

Por lo tanto en la reunión de hoy del patronato estudian, entre otros asuntos, cuál es el futuro que se le quiere dar a una institución que debe ser clave en la apuesta por el castellano que ha prometido la actual Consejería de Cultura que, como saben, ocupa el propio Santonja desde Vox.

Concurso desierto. Mientras eso ocurre en el Instituto de la Lengua, el Museo de la Evolución Humana tampoco tiene ocupado desde hace un año el puesto de director o directora gerente (el director científico es Juan Luis Arsuaga). Para cubrirlo se convocó un concurso en agosto del año pasado al que se presentaron Alejandro Sarmiento, con la intención de ampliar el proyecto que ya había iniciado en el Sistema Atapuerca de la mano de los codirectores del Equipo de Investigación, y Pilar Portela, exdirectora del Palacio de Congresos y Exposiciones de Pontevedra. 

Sin embargo, ninguno de los dos candidatos han convencido al comité de expertos y el concurso que sacó adelante el anterior equipo de Gobierno de la Junta se va a quedar desierto, según ha podido saber este periódico. Ante esa circunstancia la Consejería de Cultura de la Junta deberá tomar una decisión: o convocar un nuevo concurso -lo que alargaría el tiempo con el Museo de la Evolución Humana descabezado- o elegir un candidato de libre designación.

En cualquier caso la situación de ambas instituciones culturales que dependen de la Junta no es la más idónea. Dos entidades que deben ser referencia en la ciudad, ambas con proyección más allá de los límites de la provincia, no deberían mantener esta situación por mucho tiempo, si lo que se busca es defender proyectos sólidos y duraderos que mantengan una línea coherente de actuación.
La vinculación de Sarmiento con el proyecto de los yacimientos, por otro lado, se mantiene al continuar como secretario de la Fundación Atapuerca.