Los empresarios y trabajadores del polígono de Villalbilla se llevaron el lunes una desagradable sorpresa. Alrededor de las 11 de la mañana el suministro de agua, que funcionaba con total normalidad, dejó de proporcionarles corriente.
Rápidamente se pusieron en contacto con el Ayuntamiento de Villalbilla, desde donde les replicaron que tratarían de averiguar el motivo del problema y resolverlo cuanto antes. Sin embargo, al cierre de la edición de este periódico los grifos continuaban registrando un hilo mínimo de agua.
Eso en las compañías más cercanas al transcurrir de la carretera N-120, ya que las más alejadas de esta infraestructura la ausencia de líquido seguía siendo absoluta. «Desde el Ayuntamiento nos aseguraron ayer (por el martes) que se trataba de una obra bastante importante y que desconocían cuándo iban a poder tenerla lista», denunciaban ayer desde Maderas Carranza. También indican que les comunicaron que «en un par de horas» iban a restablecer el suministro gracias a dos camiones cisterna que iban a llenar los depósitos desde los que se nutren. «Es mentira.Seguimos totalmente vendidos», lamentaron.
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