Imesa aterriza en Chile con un contrato por 300.000 euros

L. NÚÑEZ
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La compañía arandina, especializada en bienes de equipo para centrales hidroeléctricas, también ha cerrado su decimoquinto proyecto en Colombia. Su objetivo a corto plazo es implantarse en Filipinas

Limpiarrejas instalado en la central hidroeléctrica de Baba, en Ecuador. - Foto: DB

Imesa suma y sigue en el mercado internacional. La empresa arandina, especializada en bienes de equipo para centrales hidroeléctricas, ha conseguido este mes abrirse mercado en Chile con un contrato de suministro de un limpiarrejas por valor de unos 300.000 euros para la zona minera de Antofagasta. El país sudamericano, una de las grandes economías de América Latina, se le resistía a Imesa, que ahora, gracias al trabajo realizado por su equipo con la asistencia a múltiples ferias a nivel mundial, logra ampliar el proceso de internacionalización que arrancó en el año 2011 en Argentina.

La compañía, con 48 trabajadores en la actualidad, también se hizo en junio con su decimoquinto proyecto en Colombia,  «país fetiche», como reconoce el responsable comercial de Imesa, Álvaro Esgueva, quien destaca «la gran capacidad de generación de energía y, en paralelo, la demanda ascendente de Latinoamérica, aún con mucho desarrollo». Todo ello, dice, sin olvidarse de que «algunos países viven momentos muy complicados» y los «problemas sociales y la pandemia  de coronavirus están dejando huella».

En cualquier caso, Esgueva subraya que América Latina «sigue siendo un gran mercado para Imesa» y, de hecho, la empresa se marca como objetivo abrirse camino en otros países como México, Honduras, Nicaragua, Bolivia, República Dominicana, Uruguay y Paraguay. En algunos, como Honduras o Bolivia ya han realizado varias ofertas para optar a distintos proyectos. También en México, un mercado en el que las grandes empresas españolas llevan décadas afincadas.

 «Lo difícil es entrar», admite Esgueva, esperanzado en que el trabajo termine dando sus frutos. La situación cambia especialmente en Brasil, donde a pesar del «desarrollo impresionante que tiene» las compañías internacionales suelen chocar con los aranceles. 

En lo que va de año, Imesa también ha sumado distintos contratos a nivel nacional, entre los que destacan los mantenimientos anuales y trianuales como en el que se encuentran inmersos en estos momentos con Endesa, que engloba el mantenimiento de 71 compuertas y seis sifones en sus centrales de la zona sur de España, concretamente en San Ramón y Valtodano, en Jaén. También otro par de compromisos con Iberdrola firmados entre abril y mayo para la central hidroeléctrica de San Pedro en Ourense, donde instalaron dos equipos. Proyectos que, según detalla Esgueva, rondaron entre 100.000 y 150.000 euros cada uno.

Sin salir de la península ibérica, el responsable comercial de Imesa subraya que el mercado portugués sigue siendo estable y cuenta con «un desarrollo muy fuerte los próximos años, junto con España e Italia por ser los países europeos con más regadío». En los últimos ejercicios, entre el 50 y el 60% de la facturación de Imesa ya proviene del mercado internacional. 

Objetivo Asia. Otra de las metas a corto plazo que se marcan en la compañía de la capital ribereña pasa por implantarse en Filipinas, «con un desarrollo hidráulico espectacular», según Esgueva. La pandemia ha retrasado sus planes en este sentido y complicado los viajes para conocer de primera mano el mercado filipino, pero ya han iniciado el camino  firmando distintos acuerdos de colaboración y consorcio con firmas locales especialistas en este sector. «Conocemos de la mano de compañías afincadas allí el desarrollo que experimenta la energía renovables y concretamente la Hydro, con grandes, medianos y pequeños nuevos proyectos», explica al respecto. 

Así las cosas, Esgueva admite que 2021 está siendo «un buen año» para la empresa, pero siempre con los pies en el suelo por los altibajos del sector hidráulico.