Bonificaciones e inflación no suben a los burgaleses al bus

L.M.
-

El servicio ha recuperado 2,6 de los 4,3 millones de los usuarios perdidos por la pandemia. La rebaja del precio del bonobús no logra mejorar el número de pasajeros de 2019

Bonificaciones e inflación no suben a los burgaleses al bus - Foto: Jesús J. Matías

Ni el nuevo mapa de líneas que entró en funcionamiento el 1 de enero de 2021, ni la subida de los precios de los combustibles ni la reciente rebaja en el precio de los billetes del bonobús han conseguido que los autobuses urbanos recuperen las cifras de usuarios anteriores a la pandemia. La pérdida del hábito en el uso del transporte público que produjo la Covid sigue sin revertirse y prueba de ello es que de los 4,3 millones de viajeros que se esfumaron entre enero y septiembre de 2020 (en comparación con el año anterior) tan solo se han podido recuperar 2,6.

Si se da por bueno que el nuevo mapa de líneas ha mejorado la oferta al optimizar los tiempos de las frecuencias e incrementar el número de autobuses y de conductores, la explicación que más peso cobra para que la normalidad haya regresado a la vida de los burgaleses pero no a la de los autobuses urbanos es un cambio de hábitos. Los ciudadanos habrían optado por moverse más a pie, en bicicleta, en patinetes eléctricos, incluso en su propio vehículo o sencillamente habrían reducido sus desplazamientos. 

Ni siquiera parece que el descuento en el bonobús del 50%, que entró en vigor el pasado 1 de septiembre, haya tenido aún una incidencia notable en el incremento de usuarios. Porque si bien el mes pasado se contabilizaron 146.851 viajeros más que en el mismo periodo de 2021, no es menos cierto que este crecimiento es menor en términos absolutos del que ya se registró en cada uno de los meses del primer semestre del año. En enero ya se habían ganado 197.916 usuarios, en febrero 224.456, en marzo 243.226, en abril 167.333, en mayo 192.497 y en junio 211.783.

(Más información, en la edición impresa de hoy de Diario de Burgos)