El Mirandés atraviesa una fase complicada de la competición. En el fútbol los resultados mandan y a estas alturas los marcadores cuestionan el futuro de Lolo Escobar al frente de la nave rojilla. En los últimos diez partidos, los jabatos han sumado ocho puntos y han pasado de estar en la jornada sexta en el quinto puesto con diez puntos y en fase de ascenso, a ser uno de los bloques de la parte baja en la décimo séptima posición a dos de los puestos de descenso, aunque los jabatos todavía no han dormido ninguna jornada en las plazas de peligro.
Sin embargo, la caída resulta innegable, aunque dentro de la entidad mirandesista se mantiene la calma en torno al técnico extremeño. Su futuro por el momento parece que no se cuestiona, aunque nada es para siempre en el deporte rey. De momento, la palabra ultimátum no aparece en la sede de la calle La Estación, donde sí que ven con cierta preocupación el devenir de la temporada, pese a que el cuerpo técnico durante el curso ha introducido cambios para tratar de sacar el máximo partido a la plantilla.
Escobar empezó con un 4-3-3 en la temporada y el esquema ha evolucionado con el paso de las jornadas, en busca del equilibrio defensivo para frenar una sangría que ha provocado que el Mirandés sea el segundo equipo más goleado de la clasificación. Ante el Huesca en la última jornada llegó una nueva variación, ya que los rojillos defendieron más juntos con dos líneas de cuatro y Álex López y Marqués presionando en tres cuartos de campo para dificultar la creación del juego del rival.
El cambio táctico motivó que el conjunto mirandesista estuviera más sólido cuando se replegaba, aunque el Huesca contó con ocasiones claras, sobre todo, a la balón parado. Otro de los puntos de mejora de los rojillos. En cambio en ataque el bloque dispuso de menos ocasiones claras, pese a que siempre estuvo en el partido por lo estrecho del resultado.
En cualquier caso los oscenses robaron los tres puntos de Anduva, donde el Mirandés ha perdido cinco de los nueve partidos disputados. De esta manera, los rojillos viajan esta próxima jornada a Fuenlabrada, con la necesidad de vencer , ante un rival directo en estos momentos, porque los madrileños marcan la línea que fija los puestos de descenso.
Último despido. El Mirandés ha cambiado de entrenador en las últimas temporadas, pero ni Borja Jiménez, ni Iraola ni José Alberto salieron por los resultados, porque todos terminaron su temporada cumpliendo los objetivos. El último curso convulso en el banquillo fue la 2016/2017, cuando Carlos Terrazas salió de Anduva en la jornada 16 tras perder ante el Sevilla Atlético por uno a cero.
En aquel curso y a esas alturas, el equipo estaba último en la clasificación, aunque solo tenía dos puntos menos que ahora. Además en el balance goleador tenía 16 goles a su favor y 24 en contra -era el equipo con más dianas recibidas-, por lo que la fragilidad defensiva también penalizaba la marcha del equipo.
Tras el cese del vizcaíno, el equipo entró en una dinámica de cambios, porque el relevo lo cogió el segundo de Terrazas, Javier Álvarez de los Mozos, luego ficharon Claudio Barragán que duró unas jornadas, volvió De los Mozos y finalizó el curso Pablo Alfaro como medida de urgencia, aunque el Mirandés descendió con 41 puntos y 66 goles en contra. De largo el equipo mas goleado de la categoría aquel año.