El servicio territorial de Sanidad tiene registrados ocho brotes activos de infecciones por coronavirus asociados a campamentos; el último, entre los 200 participantes en una acampada en Villamediana de Lomas (Alfoz de Bricia, en el límite con Cantabria), que ayer sumaba ocho positivos y que es probable que a lo largo de la semana vaya engrosándose, dado que el número de contactos estrechos es alto. Los otros siete focos en los que la transmisión del virus se ha producido en un campamento (infantil, juvenil y/o en cursos de monitor de tiempo libre) y que todavía se consideran abiertos aglutinan 50 positivos en SARS-CoV-2, siempre según información oficial de la Junta muy cambiante, porque cada día se abren o cierran nuevos focos (pasados 14 días sin positivos desde el último confirmado).

Las incidencias acumuladas, no obstante, siguen bajando: tanto en la capital como en la provincia (1.143 y 1.007, respectivamente, en 14 días y siempre por cada 100.000 personas). Todavía son muy altas.

El Ministerio de Sanidad determina que hay un foco de contagios cuando hay tres casos en los que se puede encontrar un vínculo epidemiológico común (en las residencias de ancianos basta un positivo para que se declare el brote). Así, aunque los 200 participantes en el campamento de Villamediana de Lomas estaban en aislamiento desde el viernes (cuando se detectó la primera infección activa, una vez que la actividad de ocio había finalizado), el brote no se declaró hasta ayer. A lo largo del día se fueron obteniendo los resultados de las personas que se hicieron las pruebas de detección del virus el lunes y, así, a mediodía se habían confirmado ocho positivos.

La normativa autonómica exige a los participantes en este tipo de campamentos infantiles y juveniles una prueba PCRo un test de antígenos con resultado negativo en SARS-CoV-2 en las 72 horas previas  al comienzo de la actividad. A esto se añade una declaración responsable en la que cada asistente (niños o adultos, es indiferente) afirma no tener ni haber tenido síntomas compatibles con la infección por coronavirus en las dos semanas previas al campamento, así como no haber estado con nadie que los tuviera.

A esto se añaden otras medidas obvias como la necesidad de organizar la actividad en grupos burbuja para que, en caso de contagio, el foco se limite a las personas que formaban parte de esa agrupación. 

Más de 300. En total, en todo Burgos hay ahora 35 focos de contagio activos; es decir, brotes de todo tipo que siguen sumando positivos entre sus respectivos contactos estrechos. Siempre según la información oficial, ayer acumulaban 331 infecciones (entre todos).

Los casos asociados es un dato muy variable, dado que los epidemiólogos cierran y declaran nuevos focos todos los días. La parte positiva es que la transmisión del virus en estos casos es fácil de controlar y acotar; justo lo contrario a lo que sucedió en julio en esta provincia, en la que el SARS-CoV-2 circuló de forma descontrolada, sobre todo durante las dos primeras semanas del mes.