Hay una terraza fantasma en Luis Alberdi

H.J.
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La antigua Parrilla, cerrada hace meses, lleva desde primavera con un velador que nunca se ha utilizado y cuya retirada reclaman los vecinos porque ocupa tres plazas de aparcamiento

La instalación metálica cuenta con techos y paredes a modo de toldo, preparada incluso para el mal tiempo, pero jamás ha tenido clientes. - Foto: Valdivielso

Aparentemente todo es normal. Una terraza autorizada mediante las condiciones especiales de la pandemia, que ante una acera demasiado estrecha obtiene el permiso para ser colocada en la calzada. Quita tres plazas de aparcamiento y está preparada para proteger techos y paredes con lonas y con una estructura metálica firme. Solo que el bar al que pertenece lleva cerrado cerca de dos años.
Los vecinos de la calle Luis Alberdi no salen de su asombro cada vez que contemplan el cerramiento de un velador colocado entre los números 16 y 18 de esta vía, porque todos saben que La Parrilla de Alberdi, como se denomina el establecimiento, no ha tenido actividad desde mucho antes de que se colocara la estructura.

A María, una residente en el entorno, le consta que se han presentado varias quejas por escrito ante el Ayuntamiento por esta terraza, «porque es increíble que le dieran permiso sin comprobar que no tenía actividad y que se mantenga esto así, con los problemas para aparcar que hay en este barrio». En efecto, bastan unos minutos para comprobar que antes y después del velador se detienen varios coches en doble fila para hacer recados puntuales mientras que el montaje metálico, de color blanco, ocupa tres envidiables lugares.

«Están avisados y hemos pedido que quiten esto, no tiene ningún sentido», apunta Juan Carlos, mientras sale de uno de los portales cercanos y expresa su duda de que el establecimiento pueda mantener la terraza: «Igual sí, mientras tenga todos los papeles de sus permisos en regla...».

A favor de este velador 'fantasma' juega la gratuidad de las tasas de ocupación de suelo público que el Ayuntamiento decidió para este año 2021, en compensación por los daños que la hostelería había sufrido durante las restricciones pandémicas, sometida a cierres periódicos.  En contra, tiene ante sí la amenaza cercana del 1 de enero, momento en el que se volverán a cobrar los impuestos según ha anunciado ya el Consistorio. Las llamadas «terrazas extendidas» o ampliadas, pero no se concederán nuevas licencias. Y todas empezarán a pagar por el espacio de todos que emplean para un negocio privado.

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