El entorno de la calle Ramón y Cajal suma más de 50 altercados

ARSENIO BESGA
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La Policía Nacional ha aumentado su presencia en la zona y tendrá apoyo desde Burgos para realizar controles puntuales. Los vecinos consideran que «ya era hora» de que se tomaran medidas al respecto

Los vecinos consideran que la calle Juan Ramón Jiménez genera más problemas que la Ramón y Cajal. - Foto: A.B.

Desde el Ayuntamiento han reiterado en repetidas ocasiones que Miranda se alza como una ciudad segura. Sin embargo, en los últimos tiempos se han dado varios altercados -los dos últimos este fin de semana- que han generado cierta intranquilidad. En especial, la intersección entre las calles Juan Ramón Jiménez y Ramón y Cajal está en el punto de mira porque ha acumulado llamativas peleas y agresiones. Dicha cuestión no solo la avalan las sensaciones de los vecinos, sino que los datos reflejan que en torno al 40% de los altercados en los que se ha llamado a la Policía Local desde octubre de 2021 se concentran en ambas vías. De hecho, solo en los primeros nueve meses y medio del presente ejercicio, en esos dos tramos de la localidad se han registrado 54 incidentes violentos, según se observa al cruzar los avisos recibidos por el 1-1-2 y por los agentes municipales.

Las competencias en materia de seguridad ciudadana corresponden al Cuerpo Nacional de Policía. Por tanto, en la Comisaría de Miranda han decidido mover ficha y atajar esta cuestión. Es más, en la actualidad ya han aumentado la presencia en esta problemática zona y tienen previsto seguir intensificando la vigilancia, eminentemente en los horarios nocturnos.  Además, los agentes de la ciudad contarán con el refuerzo y el apoyo de la Comisaría Provincial de Burgos. Concretamente, la Unidad de Prevención y Reacción ayudará al operativo mirandés para llevar a cabo ciertos controles e inspecciones de carácter puntual en esta área, situada en pleno centro del municipio.

Ahora bien, la Policía Nacional descarta la opción de colocar un punto fijo en la unión entre las calles Ramón y Cajal y Juan Ramón Jiménez. Tanto es así, que ni siquiera valoran esa medida. Esta decisión tiene el respaldo de los vecinos, puesto que, según creen algunos, los agentes «no deberían poner un punto fijo» porque «vivimos en una democracia». Desde su punto de vista, esa iniciativa supondría un control excesivo y, por ahora, innecesario. No obstante, los habitantes de esta zona reconocen que «ya era hora» de tomar medidas para solucionar las tensa situación que vive ese punto concreto de la ciudad desde hace meses.

Pese a las malas noticias que se han ido sucediendo a lo largo del tiempo, el vecindario de la calle Juan Ramón Jiménez está de 'celebración'. «Desde que ha cerrado el Mamajuana hace dos semanas o así, por lo menos podemos dormir», declaran algunos residentes. Ese establecimiento, que antes se conocía como Poppy's, fue el lugar donde, por ejemplo, dos varones agredieron a un hombre y destrozaron un vehículo en las fiestas de septiembre. Dicho caso se encuentra aún en fase de instrucción y está a la espera de juicio.

Pese a todo, los propios habitantes de esa vía y también varios comercios de la calle Ramón y Cajal opinan que los inconvenientes que dañan la convicencia no han cesado. Y, de hecho, consideran que «la discoteca Orosco no tiene la culpa en esto, hay más problemas en el resto de bares de esta zona». Es decir, siguen apuntando a la calle Juan Ramón Jiménez como el foco más notable de conflictos.

De hecho, comentan que todavía es habitual «escuchar gritos a las 8 de la mañana de un sábado» en ese tramo de la ciudad. Sin ir más lejos, los vecinos recuerdan que este fin de semana se volvieron a desarrollar los acontecimientos a los que están «casi acostumbrados», aunque el bar Mamajuana ya tenga la persiana bajada.

Zona insalubre. Los residentes de la zona cercana a la intersección entre las calles Juan Ramón Jiménez y Ramón y Cajal lidian por las noches con los gritos y las sirenas, pero cuando amanece siguen padeciendo los problemas que genera cierto ocio. Según denuncian, el «suelo da un poco de asco a primera hora». Es más, hay quien asegura que «casi prefiero ir por otras calles y no atravesar esta por las mañanas, aunque tenga que dar mucha más vuelta, para no pisar vómitos ni botellas».

La calle Ramón y Cajal concentra dos peleas en una hora. La calle Ramón y Cajal de Miranda acumula 30 incidentes violentos solo a lo largo de 2022 y 35 desde octubre de 2021. No obstante, la cifra se ha incrementado solo con el último fin de semana. De hecho bastó con una hora en la madrugada del sábado para que este tramo del centro de la ciudad concentrara dos peleas.

El primer altercado comenzó a las 4:47 horas, según figura en el comunicado de los servicios municipales. Un ciudadano informó de que se estaba dando una pelea en la discoteca de la calle Ramón y Cajal, por lo que trasladaron la información a la Policía Nacional y los agentes acudieron para sofocarla.

Solamente habían pasado 59 minutos cuando, a las 5:46 horas, la Policía Nacional tuvo que volver a acudir a esa misma calle. De nuevo, los agentes municipales les habían trasladado que estaba teniendo lugar otra pelea. Esta vez, a diferencia del primer incidente, el altercado sucedió en el exterior y no  en ninguno de los establecimientos de la zona.