Las peñas de la capital ribereña están aprovechando la subvención extraordinaria del Ayuntamiento de Aranda para arreglos en sus bodegas. Poder disponer de un máximo de 10.000 euros para sufragar dos terceras partes de la inversión es una oportunidad que, hasta ahora, han aprovechado cinco de las ocho peñas locales con un montante total que supera los 43.000 euros. Una cifra bienvenida, pero optar a ella ha supuesto un quebradero de cabeza administrativo. «Lo podíamos haber tenido antes pero hemos sufrido retrasos por los trámites que conlleva que las bodegas sean BIC», apunta Pablo Blanco, presidente de la peña El Chilindrón. Una opinión que secunda su homólogo de El Cubillo, Sergio Ortega. «Nos lo vendieron como algo muy fácil, pero el BIC al igual que es una maravilla, es una condena a la vez, hemos tardado un mes en que nos diesen de paso las obras en la Junta», expresa su opinión, añadiendo otros tres meses más de papeleo con la Administración local.
Más allá de los trámites burocráticos, la mayoría de las obras proyectadas en las cinco bodegas subterráneas están concluidas o en fase de finalización. Es el caso de la peña La Amistad, que ha logrado algo menos de 6.500 euros para sufragar parte de los gastos que les ha supuesto las cuantiosas filtraciones que ha sufrido la bodega de La Botica Vieja. «Hemos pagado parte del cambio de la canalización, además de los trabajos de detección de la fuga, que han costado 3.350 euros y que aún no se ha localizado, además de pintar todos los elementos metálicos que se han deteriorado por la humedad y parte del sistema eléctrico», enumera su presidente, César Guerra, a lo que añade el cambio de dos cerraduras tradicionales por otras electrónicas y el del extractor para mejorar la ventilación de las naves.
A la peña El Chilindrón también le ha cundido esta línea de ayudas, por la que ha recibido más de 9.700 euros. «Teníamos un botellero cerrado como almacén pero que ahora, con el local, no lo utilizamos; vamos a quitar la verja que lo cerraba, hemos saneado las paredes y hemos puesto unas mesas con bancos, integrándolo así en el recorrido de la bodega», explica Pablo Blanco, su presidente. Con esta ayuda también han aprovechado para sufragar el coste de la recuperación de tres cubas antiguas de la nave principal, el arreglo de elementos de madera como mesas, bancos y una puerta interior típica de bodega, además de dar un tratamiento de protección para la madera de la puerta principal.
La peña El Cubillo es una de las que ha logrado el máximo de la ayuda municipal, 10.000 euros. «Hemos hecho lo que hemos podido, pero una bodega es un pozo sin fondo, se puede estar haciendo cosas siempre», reconoce su presidente, Sergio Ortega. En su bodega, de Salcedo o Cagarrayo, los trabajos han consistido en cambiar la cerradura por un sistema electrónico, remodelar toda la instalación eléctrica, cambiar la bomba de achique de agua y arreglar algunos arcos. «Hemos mejorado la puerta de entrada y una ventana interior para mejorar la ventilación y hemos hecho arreglos en la escalera de bajada, en peldaños, barandilla y el techo. Queríamos hacerla entera, pero con esa ayuda no daba para todo», explica Ortega, aludiendo a los 10.000 euros que les ha otorgado el Ayuntamiento.
En el caso de la peña El Alboroto, que también ha logrado el máximo de esta línea extra de ayudas, los trabajos se centran en limpiar y reparar los suelos entablados degradados por el paso del tiempo en la Nave Vieja de la bodega Frente La Manca y cambiar el suelo degradado a causa de las inundaciones y la utilización de materiales inadecuados en la segunda nave por otro rústico empedrado.
La peña El Jarro contará con poco más de 7.000 euros para acondicionar los peldaños de la escalera, en la que han cambiado el pasamanos por uno de cuerda anclado a la pared, además de recuperar una puerta rústica, una barandilla metálica y reemplazar de la puerta de acceso a la bodega.
Las peñas que aún no se han beneficiado de esta subvención municipal extra podrán optar a ella el próximo año.