La TCM afianza su unión con Barcelona y crece hacia Portugal

Ó.C.
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La conexión con la capital catalana ha crecido por el impulso de la línea entre Turquía y Miranda. En 2020 por este nudo logístico han pasado 180.000 toneladas, por lo que la terminal «se ha consolidado»

La Terminal de Contenedores arrancó con su actividad en 2018, cuando recibió su primer tren de Barcelona. - Foto: Valdivielso

La Terminal de Contenedores Miranda (TCM) ha sufrido el impacto del coronavirus, pero al menos en su caso, el 2020 ha servido para afianzar su actividad y dar pasos al frente hacia su crecimiento. Así lo demuestra el hecho de tener consolidado el quinto tren semanal que recorre la distancia entre la ciudad y el puerto de Barcelona. Además la conexión con Portugal también continúa, con una frecuencia de un viaje cada dos semanas, aunque ya dibujan en sus planes la previsión de crecer de la mano de la industria automovilística. 

Los datos también muestran el potencial que tiene este nudo logístico que aprovecha la situación geográfica de Miranda. Su director, Javier Andrés, incide en la buena línea por la que discurrió el 2020, en el que han manipulado más de 400 trenes, lo que se traduce en 180.000 toneladas. También han fortalecido el tráfico siderúrgico, un sector en el que pretenden crecer. La posibilidad de abrir nuevas rutas desde Miranda hacia otros puertos de nuevo estará presente en su evolución en 2021, pero en la TCM quieren continuar con el trabajo que ya han cimentado.

En este sentido, Andrés  remarca las posibilidades de expansión que tiene Miranda con Portugal. Hace un año comenzó esta conexión, que en estos momentos se mantiene con una periodicidad de un viaje cada dos semanas. La unión «sobre todo para esta zona está muy ligada a la automoción y el año pasado lo acabaron bastante flojo, pero para este parece que hay un incremento», afirma Andrés, por lo que habrá que ver cómo evoluciona el sector para comprobar si repercute en las instalaciones de la antigua papelera mirandesa.

En el caso de los viajes a Barcelona, la evolución que puede fraguarse tras afianzar el quinto tren a la semana, pasa por la conexión que abrió JSV -empresa impulsora de la TCM- con Turquía. «Esta línea nos ha repercutido para bien y nos ha incrementado las cargas», revela Andrés, que aclara que los clientes se interesan por esta conexión sobre todo dentro de sectores como el siderúrgico y el de la automoción.

Al margen del ferrocarril, 2020 ha servido a TCM para fortalecer otros servicios. El transporte terrestre también ha aumentado como consecuencia del incremento de las líneas y también ha repercutido en «el mantenimiento y las pequeñas reparaciones de contenedores que hacemos», matiza Andrés, que también destaca el llenado de mercancías y el almacenaje otra de las ideas en las que pretender dar un paso en este 2021.