La mejor campaña espera visitantes

R.E.M.
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Los productores coinciden en que este año la recogida será la mayor de los últimos tiempos y mantienen la esperanza de que con la libre movilidad por el país lleguen más clientes

Raquel Blanco, con su cuenco de cerámica, reconoce la gran calidad del producto. - Foto: Patricia

El color rojo brilla ya por las calles de Covarrubias gracias a unas cerezas que este año han llegado más pronto y en mayor cantidad que de costumbre. Sin pregonero, sin Cereza de Oro y sin juglares por las calles. Una fiesta marcada por el coronavirus y que ha tenido que adaptarse a los nuevos tiempos para evitar la multitud de personas que cada año logra reunir. Sin embargo, la pandemia no ha conseguido apagar la esencia de un producto tan solicitado como característico y desde este sábado cajas y cajas llenas recorren la villa rachela.

Por la mañana se inauguró oficialmente el mercado con 14 puestos -repartidos entre la entrada del Arco del Adelantamiento y la plaza del rey Chindasvindo- que permanecerá abierto hasta el 12 de julio. Los primeros visitantes empezaron a llegar, pero aún solo era posible la movilidad dentro de la provincia. Por ello, los productores confían en que pronto comiencen a ir hasta allí personas desde otros puntos del país para poder dar salida al producto. Como reconocen, esperan más visitantes durante los próximos fines de semana, ya que especialmente desde Madrid y el País Vasco suelen llegar gran parte de los clientes.

Otros años la fiesta de la cereza coincide con la celebración medieval, el segundo fin de semana de julio, lo que consigue que muchísimas personas se acerquen hasta allí. «Atrae a muchísima gente y entonces este año tendrían que venir exclusivamente a por la cerezas», explican Beatriz y Héctor, que mostraban dudas de que el fin de semana vendiera mucho. «Se marcó esta fecha puesto que si se ponía más tarde muchas cerezas no se iban a poder vender en este mercado», reconoce Raquel Blanco, que hace cerámica pero este año no ha podido sacar sus productos en el mercado medieval y ha aprovechado para despachar esta famosa fruta.

Pilar González muestra las cajas que espera vender en los próximos días.Pilar González muestra las cajas que espera vender en los próximos días. - Foto: Patricia

«Creo que está mejor organizado porque otros años solo es un día y medio, hay mucho más margen para vender las cerezas», expresa Alberto Ortega, que también alerta de que bastantes se quedarán en los árboles por falta de mano de obra. Aunque él lo hace como afición, prefiere vender los 5.000 kilos que calcula que obtendrá que desperdiciarlos. «Contradicciones de la vida, este año que hay cerezas a mogollón no hay mercado medieval», desarrolla Belén Alonso, que al igual que Raquel opina que la calidad de este año hacía tiempo que no coseguían alcanzarla. El buen tiempo del mes de mayo ha favorecido que un producto tan sensible como este se encuentre mucho antes de lo previsto en las mejores condiciones para el consumo.

En lo que todos los productores están de acuerdo es en que, de momento, está siendo una campaña muy buena, de las mejores que se recuerdan en los últimos cuatro años. «Llevábamos tres años que  las heladas de mayo nos habían fastidiado la producción», comenta Marco Revilla. «Todavía la producción importante de Covarrubias no está, son las ‘monzón’ y las falta una semanita», comenta Belén Alonso. Y es que este año aunque se han adelantado confían en seguir recogiendo durante las próximas semanas. «Hay tempranas que ya están cogidas y todavía hay para un mes o mes y pico, hay muchísimas y muy buenas». La última en llegar será la denominada ‘lampé’.

Para Pilar González todavía hay cierto miedo al coronavirus entre la población y la gente está viajando poco. «La producción está bien, las ventas peor porque la gente no se mueve y en el pueblo todos tenemos un montón», comenta. Se trata de un mercado diferente al de costumbre, con medidas especiales para poder acudir con la máxima seguridad y sin ningún riesgo. Puestos con gran separación entre ellos, geles hidroalcohólicos, marcas para mantener la distancia... Y aunque las mascarillas estaban presentes en cada uno de los asistentes, esta vez el protagonismo se lo quedaron las cerezas.

Unos clientes comprueban cuáles son las cerezas que más les gustan antes de llevarse varias cajas a casa.
Unos clientes comprueban cuáles son las cerezas que más les gustan antes de llevarse varias cajas a casa. - Foto: Patricia