El vicepresidente de la Junta, Juan García-Gallardo (Vox), fue el primero en abrir el melón de sondear la viabilidad de la antigua central nuclear de Santa María de Garoña el pasado septiembre. Un mes después, el director general de la Consejería de Industria -del mismo partido político- volvió a lanzar ese mensaje. «Hay que cambiar las políticas económicas. Por supuesto que debemos seguir apostando por las renovables, pero añadiendo una potente industria nuclear que proporcione energía fiable y dé estabilidad a la red», aseguró.

Fernando del Campo fue uno de los invitados al II Encuentro Tecnológico Burgos Industria 4.0, organizado por el Digital Innovation Hub Industry 4.0 (Dihbu). Este evento se desarrolla en el Fórum Evolución de martes a miércoles y reúne a multitud de pequeñas empresas y emprendedores. El político de Vox recordó que desde su departamento ya trabajan en recuperar parte de la capacidad que tuvo el entorno de la central de Santa María de Garoña, a la que lanzó a la carrera por ser «líder en el renacimiento de la industria nuclear española».

Para el caso de este complejo anunció que será en las próximas semanas cuando licite la elaboración de un estudio para que una empresa especializada les ayude a ver la viabilidad de Garoña. «Queremos abrir una central de energía nuclear moderna con reactores modulares pequeños (SMR) y que cuente con muchas ventajas tecnológicas con respecto a las tradicionales», apuntó el director general de Industria.

En paralelo, Fernando del Campo no dejó pasar la oportunidad y abrió el melón -otro más- de la fracturación hidráulica o fracking. «Es una pena que se haya desperdiciado la oportunidad de aprovechar los yacimientos de gas que tenemos en España y muy especialmente en Burgos», lamentó. Aunque recordó que la vía legislativa prohibe esta práctica, tan polémica en el entorno rural, se mostró confiado en «tener la influencia suficiente en el futuro» para revertir esta normativa.

«Por razones meramente políticas estamos renunciando a explotarlas reservas que tenemos en el norte de la provincia. Las técnicas para llegar a ese gas son idénticas a las que emplean en Estados Unidos, que es a quien se lo estamos comprando», indicó (...).

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