Ni siquiera la carpa instalada para que el público se protegiera del sol era suficiente para combatir el calor abrasador. Había quien se sorprendía por la gran cantidad de abanicos agitándose al mismo tiempo (no porque no hicieran falta sino porque más que Burgos parecía que estuviéramos en Córdoba) y quien improvisaba el suyo propio con uno de los trípticos promocionales de la Asociación de Productores de Caderechas. Los treinta y muchos grados apretaban, pero nadie se quería perder las exhibiciones de cocina en vivo (ahora lo llaman show cooking) de los profesionales de los restaurantes ElHuerto de Roque y El Ángel y de la confitería Juarreño, en los que la cereza del valle de Caderechas era el ingrediente protagonista de primeros y segundos platos y también de postres.

La recompensa era grande ya que, más allá de ver a reputados profesionales en vivo, los asistentes pudieron probar las elaboraciones. «¿Os ha gustado?», preguntaba Fidel López, del Grupo Juarreño. El silencio en este caso no era mala señal ya que si el público no contestaba era porque estaba absolutamente concentrado en dar un bocado a una de las caracolas elaboradas por el repostero.

Recibieron también la misma aprobación los platos de los cocineros Raúl Sedano (El Huerto de Roque) y de Jesús de Pablo (El Ángel), a quien la organización les agradeció el esfuerzo por respaldar la iniciativa.

Desde el pasado lunes, 17 establecimientos de la capital han ofrecido a sus clientes elaboraciones más o menos complejas del afamado fruto rojo en sus establecimientos y ayer  tocaba poner el broche de oro a los 'Días de Cerezas' con una exhibición culinaria y con la presencia de siete productores de Caderechas a los que no les faltaría mucho para vender los alrededor de 3.500 kilos que trajeron desde el valle a la Plaza Mayor.

El presidente de la Asociación de Productores de Caderechas, Juanjo Gandía, no ocultaba que la cosecha de este año será la mejor en mucho tiempo y prueba de ello es que confían en llegar a los 200.000 kilos certificados por la marca de garantía. Una producción que se diferencia de otras extensivas en que se recolecta a mano, sin intervención de medios mecánicos ni herbicidas y que se recolecta cuando ya está madura (no está congelada). A lo que se suma el verdadero secreto, unas tierras y un clima perfectos para este fruto rojo.

Germán Ayús, que lleva en esto de las cerezas 17 años, asegura que no recuerda «un año igual». Las heladas no han aparecido y tanto en la parte baja del valle, más expuesta, como en la más alta, la cosecha ha cumplido las mejores expectativas. Nada que ver con el cereal, comenta resignado y al tiempo que señala con el pulgar hacia abajo.

Rodrigo Saenz, de Covafruits, coincidía también en la buena campaña y destacaba el cada vez mayor reconocimiento de este fruto, en cuya recogida empezó a trabajar ya con sus antepasados cuando era chaval.

La cita, organizada por la marca de garantía y por Burgos Ciudad Creativa de la Gastronomía provocó que se acercaran a conocerla, entre otros, el alcalde, Daniel de la Rosa, y el delegado territorial de la Junta de Castilla y León, Roberto Saiz. Colaboraron en el evento, Ayuntamiento, Diputación, Junta y y la Fundación Caja Rural.