Unos micrófonos colocados en un Jeep Cherokee por agentes que investigaban a Ana María Cameno, conocida como la 'reina de la coca', contribuyeron a que fuera detenida en septiembre de 2014 en La Línea de la Concepción (Cádiz) cuando presuntamente dirigía la distribución de cien kilos de cocaína en distintos puntos de España. Así lo testificó un guardia civil en el juicio que se celebra desde hace unas semanas en la Audiencia Nacional. La Fiscalía pide para la burgalesa una pena de 25 años de prisión por narcotráfico, blanqueo de capitales y tenencia ilícita de armas, y a otros doce acusados, entre ellos su expareja José Ramón Mora Parra, para quien solicita 21 años de cárcel y para el que se dictó orden de busca y captura tras no presentarse al juicio.

El agente de la Benemérita guardia civil señaló ante el juez que los días 25 y 26 de septiembre de 2014 culminaron la operación en la que cayó Cameno cuando se encontraba residiendo junto con José Ramón Mora en un apartamento de una urbanización de La Línea, donde se encontraba el Jeep Cherokee en el que fueron colocados los micrófonos y en el que supuestamente se iba a realizar el transporte de cocaína. Era uno de los vehículos,  señaló, con el que también se dejaban ver en Majadahonda (Madrid).

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