La pandemia de la covid-19 ha supuesto un palo para la economía global y el deporte no se ha escapado de esa reducción de capital. Menos ingresos por entradas, menos patrocinadores y un temor a un nuevo rebrote que hacen ir a muchos clubes con pies de plomo. El San Pablo ha conseguido capear el temporal con un ERTE y la reanudación de la Liga Endesa ha supuesto un pequeño alivio para las arcas del club. De cara a la próxima temporada, tendrá que reducir en cerca de un millón su presupuesto, pero ese factor no le debería impedir crear un proyecto ilusionante.
El objetivo azulón es volver a sorprender en Europa y codearse con los mejores de la Liga Endesa. La Copa del Rey y el play off siguen siendo los sueños de la modesta entidad burgalesa, pero antes de nada tiene entre ceja y ceja la Final a Ocho de la Basketball Champions League (BCL) en el mes de septiembre. Para luchar por ese título, pretende crear un bloque competitivo del que Vítor Benite será el líder. El brasileño ha realizado una gran temporada y se ha ganado a pulso la confianza tanto de la directiva como del entrenador. A su lado, estará Jasiel Rivero, otro jugador que ha dado un paso adelante esta campaña y que tiene ‘atada’ su renovación.
Con contrato siguen Miquel Salvó, Álex Barrera y Goran Huskic, aunque el futuro de este último está lejos del Coliseum. El serbio no ha llegado a un acuerdo con el club en la negociación y Peñarroya no le considera imprescindible.
En cuanto al resto de la plantilla, el San Pablo pierde a Augusto Lima, que pone rumbo a Murcia por motivos familiares, y a Ferran Bassas, que vuelve al equipo en el que creció y con el que debutó en ACB. También a Earl Clark, con quien rompió el contrato durante el tiempo de pandemia, y a Javi Vega, que el domingo anunció su adiós después de cinco años en el club y el lunes se comprometió con el Basquet Coruña, de LEB Oro. Bruno Fitipaldo quiere quedarse en Burgos, pero tendrá que bajar sus pretensiones económicas, al igual que Thadd McFadden, quien también tiene el mismo deseo.
Dragan Apic, por su parte, ha acabado su contrato con el Kuban, equipo del que llegó cedido, y sus buenos partidos en la fase final le han revalorizado. Antes de este torneo, su continuidad estaba descartada y, pese a su mejoría, todo apunta a que no seguirá en tierras castellanas, justo lo contrario que Pablo Aguilar, quien ya negocia su ampliación de contrato.
De cara a la próxima temporada, el San Pablo negociará algunos contratos a la baja y tratará de moverse bien en el mercado de fichajes. De momento, ya tiene 'atada' la incorporación del base Alex Renfroe, que compartió banquillo con Peñarroya en Manresa, y se ha interesado en el director de juego español Sergi García, hermano del jugador del filial Marc. Aunque se tenga que apretar un poco el cinturón, el objetivo del club burgalés es volver a configurar un bloque ambicioso y con aspiraciones europeas.