Los parlamentarios del PSOE burgalés han acusado hoy a los senadores del PP de "crear alarma en la población arandina especulando sobre el cierre de la farmacéutica GSK", a raíz de la posible reforma del impuesto de gases fluorados, que incluye un nuevo gravamen que afectaría directamente a esta empresa con sede en Aranda de Duero.

"Sólo intentan generar miedo en los arandinos y arandinas jugando con los puestos de trabajo para sacar rédito político", asegura la diputada Esther Peña en un comunicado. Por su parte, la senadora Mar Arnaiz sostiene que "no puede compartir la forma de hacer política del PP, generando ruido e incendiando con mentiras a la opinión pública y a los trabajadores alarmándoles innecesariamente".

El Grupo Socialista en el Senado ha registrado una enmienda para prorrogar la exención de la fabricación de inhaladores hasta finales de 2026 "en los términos que reglamentariamente se determinen", añaden en el comunicado. Dicha medida, continúan, está "alineada con la propuesta de modificación del Reglamento Europeo y del Consejo sobre gases fluorados de efecto invernadero".

En este sentido, recuerdan que si bien a partir del 1 de enero de 2025 impone para dichos usos la obligación de satisfacer una tasa, es a partir de enero de 2027 donde se aplican mayores restricciones. "Todo ello para alinearse con el cronograma de reducción gradual del consumo del Protocolo de Montreal, donde estos últimos productos no están exentos", agregan en la nota.

Finalmente, desdel el PSOE arandino, su secretario general, Ildefonso Sanz, asegura que "se ha estado en contacto directo con los directivos de la empresa, conocedora de la posición europea". El portavoz socialista en el Ayuntamiento arandino subraya que GSK ha mostrado "agradecimiento" por las gestiones de su partido y "su satisfacción" por los plazos de la enmienda socialista. "Lo que nos preocupa es que la alcaldesa se preste a este juego de crear incertidumbre sin pensar de verdad en la población arandina", remata.